Cumpleaños, fiestas de 15, casamientos, congresos de profesionales, los eventos movilizan miles de trabajos detrás de su organización. Todos esos trabajos hoy están en suspenso y con temor de no volver a realizarse.
Según explicó Gastón Jilek, presidente de la Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos (Amproe), la situación de las empresas es desesperante. Tanto las pérdidas que se pueden acumular como la incertidumbre sobre cuando volverá la autorización para funcionar los afligen.
“Es desastroso lo que estamos pasando. Hay muchas familias que están viviendo con la desesperación de no poder trabajar y otros ya directamente decidieron cerrar sus negocios. En la realización de eventos hay más de 35 rubros diferentes que hoy están en una incertidumbre total”.
El directivo apuntó que dentro de la Amproe hay empresas como peloteros, servicios de catering, músicos, empresas de repostería, diseñadores de alta costura, organizadores de eventos, que se fueron uniendo en las últimas semanas para tratar de encontrar juntos un norte a su situación.
“Hay rubros como los peloteros que están en una situación crítica. La mayoría de los negocios son alquilados y no pueden acceder a una rebaja accesible de sus locales. En Posadas ya hay tres negocios que cerraron, hay otros en el interior de Misiones que están viendo qué hacen”, recordó.
“Hay gente que venía invirtiendo en su local, que tiene personal que mantener y ahora no sabe qué hacer. Si no entra dinero, no pueden pagar luz, gastos de mantenimiento, están muy mal”, enfatizó.
Diferenció que cada rubro tiene sus problemas particulares. Y que deben manejarse con mucha anticipación para ahorrar costos y asegurar la buena prestación de sus servicios.
“Hay empresas de catering, que se prepararon para importantes eventos y compraron muchos alimentos con anticipación. Tenemos el caso de un asociado que compró, por ejemplo, 300 lomos de carne vacuna y los tiene guardados porque se suspendió todo. Ahora tiene que pagar el alquiler de una cámara de frío para que les mantenga esos alimentos”, comentó.
Así también recordó que “hay empresas de iluminación y sonido con equipos muy caros que deben pagar el mantenimiento de la luz, agua, seguridad, de los galpones donde guardan sus elementos de trabajo. Hay empresas que compraron pantallas de led gigantes y ahora no las pueden usar, es dramática la situación”.
Recordó también que sólo en Posadas hay 17 pubs y boliches que están cerrados y sin vistas de abrir en los próximos meses.
Jilek dijo finalmente que hace falta facilitar las herramientas financieras e impositivas para que las empresas se puedan mantener.
“Casi ninguna empresa pudo acceder a un crédito. No se tuvo en cuenta que estando en cuarentena no se permitió a los contadores juntar la información necesaria como para realizar los pedidos. Esperamos que se contemple nuestra situación y haya más flexibilidad en los plazos”, trasmitió Jilek.
Los castillos se desinflan
Norberto López tiene un pelotero en Posadas y contó que debió cerrarlo esperando al menos evitar las deudas de mantener un inmueble sin actividades. Reveló que, al manejarse con mucha anticipación, suspendió 41 cumpleaños infantiles entre fines de marzo y abril por el establecimiento del aislamiento social preventivo y obligatorio.
“Entre marzo y abril tuve que suspender 41 cumpleaños que ya estaban señados. Era imposible realizarlos en este marco de aislamiento. Creo que esto va a promover un cambio de cultura, no creo que la gente quiera volver a juntarse en un salón”, lamentó el propietario, que también es animador infantil en variados eventos.
Recordó en tanto que en su pelotero “tenía cumpleaños con hasta 70 chicos con sus familiares. En el local tenía armado tres castillos inflables, una cama elástica gigante, una canchita de fútbol y espacio para realizar juegos entre los chicos y sus familias”.
López proyectó que a futuro su trabajo cambiará y tardará en volver a activarse. “Creo que será más factible alquilar un pelotero a domicilio. Ya varios colegas también me comentaron que iban a cerrar, porque es lo más lógico. No se puede tener un local y no usarlo”.
Por otra parte, Natalia, propietaria de un pelotero céntrico de Posadas, narró: “Justo en marzo comenzamos con muchas expectativas, con una agenda completa de reservas para cumpleaños, hasta con cuatro turnos para festejos los fines de semanas. Pero esta situación nos cambió el esquema y tuvimos que devolver el dinero porque muchos nos cancelaron”.
Por la falta de ingresos y la suspensión de los cumpleaños se vio imposibilitada de abonar el alquiler del local donde funcionaba hasta antes del inicio de la cuarentena, el 20 de marzo. “La propietaria del lugar nos pidió el desalojo porque no podemos pagar y tomamos la determinación de cerrar”, lamentó.
Ayer Natalia, que se inició en el rubro hace cuatro años, empezó con el desalojo del predio. Camas elásticas, hockey de mesa, metegol, inflables, mesas y sillas eran parte de lo que hasta hace unos meses decenas de niños jugaban.
“Estamos muy tristes porque fue todo de un día para el otro, de cancelar, de ver qué podíamos hacer. Tenemos muchas ganas de seguir, pero por el momento no lo podemos hacer. Pasamos de una agenda llena a la nada misma. Teníamos reservas completas para abril, mayo, junio y empezamos con algunos pedidos para julio. Ahora no tenemos nada, debemos desalojar pronto”, manifestó.
Catering, sin actividad
La comida es un elemento indispensable en todo agasajo. Sin embargo, el rubro del catering fue otro de los más perjudicados.
Al respecto Alfonso Aquiles, titular de la Asociación de Servicios de Catering y Afines, comentó a este matutino que la situación es crítica. “Estamos en cero”, resumió sobre el contexto.
“Hay mucha preocupación porque el rubro del catering está parado completamente y son muchas las personas que viven exclusivamente de esto”, dijo.
Más tarde añadió que hubo suspensión de muchos eventos.“Cayeron muchos contratos para los meses de mayo, junio e inclusive hasta julio. Un 50 por ciento opta por la cancelación total y el otro 50% quiere reprogramación”, señaló Aquiles.
También enfatizó en la preocupación que atraviesa el sector por una decena de contratos firmados para diciembre y que, si se extiende la situación, no se podrán efectuar.
Reuniones, con futuro incierto
Reuniones sociales, eventos empresariales y cumpleaños están en suspenso ante la coyuntura suscitada por el Covid-19.
Sobre este punto, Cristian Bermúdez, propietario de Crisber Producciones, contó a El Territorio que su actividad fue una de las primeras en paralizarse tras la decisión de la Nación del aislamiento social preventivo y obligatorio. “Estamos en un momento crítico, suspendimos los eventos que teníamos previstos en marzo y abril, también los que estaban pautados para mayo”, señaló. Al mismo tiempo acotó que todos ellos tendrán una reprogramación, ya que los eventos estaban abonados al 100% y fijó septiembre como posible fecha. Sin embargo, está sujeto a modificaciones dada la coyuntura en materia sanitaria.
“Vivimos una crisis enorme y tenemos deudas que debemos solventar con lo que tiene que ver con la organización en sí de un evento, que incluye iluminación, decoración, música y el alquiler de un salón. Tenemos que revisar esto y estar atentos, porque la preparación de un evento de grandes magnitudes, con más de 100 personas, se organiza con un año o hasta un año y medio de antelación”, detalló el empresario, que fundó su firma de eventos hace ya quince años.
Respecto a las suspensiones, Bermúdez señaló que pospuso en total unos 15 eventos para el segundo semestre del año. En cuanto a los festejos, la mayoría de ellos eran cumpleaños de 15; en menor medida, casamientos.
A raíz de la situación por el coronavirus, afirmó que muchos salones o empresas dedicadas al rubro cesarán. “Hay que abonar impuestos, pagar por alquileres. Hay algunos que tienen recaudación cero y no pueden afrontar esos costos”, indicó el organizador.
Por otra parte, subrayó: “Tenemos mucha incertidumbre sobre el futuro. Febrero y marzo son temporada de mucho trabajo, en la que levantamos los contratos para los meses de septiembre y diciembre, en los que hay festejos y recepciones. Todo eso está parado y no tenemos certezas de cuándo volverá. La situación es crítica, más porque no somos un rubro de primera necesidad”.
Para sobrellevar el presente, Bermúdez comentó que trabaja en promocionar eventos para el año próximo si la enfermedad y las medidas para frenar el virus merman.
“No podemos alquilar, por ejemplo, un equipo de música porque es carísimo. Lo que solicitamos es que haya algún tipo de ayuda monetaria, de subsidios a tasa cero para poder abonar algunas deudas que estamos acumulando en este momento”.
FUENTE EL TERRITORIO
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