En la actualidad, además de padecer la pandemia por el Coronavirus, la Argentina está atravesando una de las peores sequías de los últimos 50 años, las bajantes del río Paraná y en este caso del Uruguay son realmente históricas, donde algunas localidades están sufriendo esta realidad.
Río Uruguay, nombre que recibe uno de los ríos más caudalosos de la Cuenca del Plata, hoy golpeado por una atípica bajante pocas veces registrada; nace en el país vecino de Brasil, en la confluencia de dos ríos Canoas y Pelotas, ambos localizados al sureste de este país, en los Estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina respectivamente.
Desde su naciente recorre (en sentido Este – Oeste) un trayecto de 600km hasta confluir con el Río Pepirí Guazú en la Provincia de Misiones. En su recorrido hasta llegar a nuestra provincia se encuentran con tres centrales hidroeléctricas (Central Hidroeléctrica Machadinho, Hidroeléctrica Itá y ya muy cerca de nuestro territorio, la central Foz do Chapecó) todas construidas e inauguradas entre las décadas de 1990 y 2000.
Una gran sequía afecta hace varios meses esta región del país y por ende no registra grandes caudales de precipitaciones, en consecuencia, se está atravesando una situación muy difícil, afectando de manera directa a la biodiversidad y a la población en general.
El río Uruguay que en su caudal normal se mantiene en valores elevados, en estas últimas semanas, estuvo registrando marcas inferiores a lo habitual, muchos afirman que esto se debe principalmente a la falta de precipitaciones, otros mencionan que es culpa de las centrales hidroeléctricas que están en Brasil; lo cierto de todo esto, es que estamos viviendo un cambio climático muy acelerado, donde las regiones caracterizadas por un clima subtropical sin estación seca y con valores superiores a los 2.000 mm anuales de lluvias, hoy se encuentren en un momento de cambio, reduciendo esos valores casi a la mitad.
La extraordinaria bajante del río, pocas veces registrada permite ver en partes el fondo de su lecho rocoso, cubierto de bancos de rocas principalmente de canto rodado y desnudando en partes su angosto y profundo canal.
La faltante de lluvias en la zona del sudeste brasilero afecta a los afluentes que son los que alimentan al curso principal del Uruguay, sumado a esto, las grandes represas en Brasil que fueron cerrando sus compuertas para la generación de su energía, perjudicando de esta manera a todos los territorios que se encuentran aguas abajo.
Asombro e incertidumbre son las sensaciones que hoy describen los lugareños de diferentes localidades lindantes al majestuoso Uruguay. Algunos denotan y afirman que están sorprendidos y tristes por este fenómeno vivido, muchos nunca tuvieron esa experiencia y en gran parte afirman que se trata de una bajante extraordinaria y que en determinadas zonas permite “pasar a pié” al otro lado.
Lo cierto es que hoy nuestro río Uruguay es noticia, pasó de ser majestuoso a crítico, de caudaloso a seco; una bajante sin precedentes, quizás opacada por una pandemia mundial y que lamentablemente, en los próximos días no registrará precipitaciones significativas que ayuden a revertir su estado crítico.
FUENTE: HH FOTOGRAFIAS
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