Son más los que han perdido, en términos económicos, que es lo más fácilmente cuantificable y se suele decir que la salud no tiene precio.
Ya no impactan igual que al inicio de la pandemia la cantidad de infectados o muertes diarias por el covid 19, de a poco la gente se fue acostumbrando a las estadísticas que, en principio, aterrorizan, esparcen temor, hasta que viene el acostumbramiento y la lejanía de la problemática de la pandemia.
Es por ello que hoy día la gente valora más cuestión económica que la de la salud. El asunto económico afectó a todos en mayor o menor medida, otros incrementaron sus ganancias, pero la pandemia afecta a muy pocos a nivel país, mucho menos a nivel provincial y nada en el plano local. Se reconocieron las medidas sanitarias y restrictivas en un comienzo cuando había miedo y temor de ser contagiados, hoy el miedo desapareció y el problema no son los muertos ni contagiados, es la cuestión monetaria.
La economía tiene que funcionar, los comercios se tienen que abrir y estar más horas a la espera de consumidores. También los hoteles, restaurantes y bares. Tiendas, regalarías, florerías, perfumerías. La gente tiene que consumir para que la economía funcione, para que genere puestos de trabajo y se paren los despidos. Claro está que no se está hablando en ningún caso de mejorar los ingresos, en estos tiempos que corren se debe estar agradecido por tener trabajo. El estado también necesita recaudar, pagar, subsidiar, atender las cuestiones sociales que son preocupantes y urgentes.
La gente ya está entrenada para cuidarse del contagio del covid 19, y de la pandemia, escuchaba decir a un dirigente político local, al tiempo que pedía una mayor apertura de las restricciones sanitarias, porque se necesita que se liberen a las personas para que salgan a consumir, a gastar, ya saben cómo cuidarse.
Si bien los contagios a nivel país han aumentado en forma significativa, ya no es un problema porque afecta a pocos, es una cuestión lejana, lo que afecta es el bolsillo y eso es lo real, que se enfrenta a diario con lo probable.
Se cuantifican las pérdidas económicas, los empleos que se pierden, lo que dejan de ganar, porque es medible y mesurable, como todo lo material, y se desconoce el capital que significa tener salud, la ganancia y el ahorro que significa tenerlo, solamente se dimensiona y cuantifica cuando alguna enfermedad afecta nuestras vidas.
En definitiva, los que esperaban un cambio en el orden mundial de prioridades van encontrando de a poco las respuestas, no solamente se trata de vivir, también de tener ganancias.
Coparticipar responsabilidades
El presidente Alberto Fernández vino a Misiones mostrando una dinámica federal de gobierno, pero también a cerrar acuerdos políticos con la renovación que por estos días festejó el amplio triunfo electoral obtenido el año pasado, logrando el 75 por ciento de los votos, consagrando a Oscar Herrera Ahuad como el gobernador electo con mayor porcentaje electoral, también producto de un amplio reconocimiento de la gestión del ex gobernador Hugo Passalacqua, y de un proyecto político provincial, basado en el misionerismo. Datos que no desconocen y que no quieren descuidar desde el gobierno nacional que logró triunfar ampliamente en Misiones, pero con un porcentaje inferior y con legisladores electos que no tienen el mismo peso electoral que el partido gobernante en la provincia y conscientes de que los mismos fueron electos gracias a la tracción electoral producto de la fórmula presidencial y no por méritos políticos propios. Esto, sin desmerecer la militancia política de los que tomaron la posta ante la apuesta del frente renovador de hacer su jugada de la boleta corta, que no le dio los resultados que esperaban, luego de obtener el 75 por ciento de los votos.
La visita del presidente Fernández se da en medio de la emergencia sanitaria a nivel nacional provocada por la pandemia del covid 19, que golpea al mundo entero en materia de salud y en lo económico, y en esta época lo fundamental es poder coordinar acciones conjuntas para que el peso de las responsabilidades no solamente recaiga en el gobierno nacional, sino también en los gobiernos provinciales y municipales, en buscar los recursos y estrategias para paliar la situación de la caída de la actividad económica y de ingresos al estado nacional, pero sin descuidar el tema sanitario por sobre todas las cosas y como valor esencial. De manera tal que no solamente se hable de los recursos coparticipables y de su injusta distribución que afecta notablemente a Misiones, en relación a la cantidad de habitantes y la generación de ingresos al estado nacional en comparación con otras provincias, motivo por el cual el reclamo hoy no solo sigue vigente, sino que tiene mayor relevancia y fuerza a partir de la promesa electoral del presidente Alberto Fernández, luego de reconocer las desigualdades, y la idea de propiciar un país más federal, que en la práctica se ve en la asignación de recursos y obras públicas y no en los discursos muy desgastados de ideales de federalismo, cuando se necesitan concreciones, como es el caso del gasoducto, proyecto que vuelve a cobrar vigencia.
En la reunión con el presidente argentino, además del gobernador Herrera Ahuad, participó como conductor político de la renovación, el presidente de la Legislatura provincial Carlos Rovira, donde se dicen que acordaron los términos políticos al corto y mediano plazo, teniendo en cuenta que este será una año en donde la pandemia y la cuestión de la salud y económica ocuparán el centro de la atención, y lo político pasa a una segunda instancia, pero el próximo año será electoral, y es preciso tener todo definido por el año atípico en las gestiones de gobierno y para la política en general.
Alberto Fernández, estando en Misiones, firmó convenios con el gobernador Oscar Herrera Ahuad, que permitirá poner en marcha varias obras viales, hídricas y de hábitat, con una inversión de 900 millones de pesos para obras en 20 municipios de Misiones. Está destinado a mejorar las condiciones de vida de los habitantes y generar puestos de trabajo a nivel local.
Trascendió que algunos de los acuerdos políticos tienen que ver con la designación del futuro director de la Entidad Nacional de Yacyretá ( EBY), rondando el nombre del empresario Ignacio Barrios Arrechea, proveniente de La Cámpora y con estrecha relación con los Kirchner. Como dato político, el nominado para la conducir la EBY, es el hijo del ex gobernador Ricardo Barrios Arrechea, uno de los íconos más fuertes del radicalismo provincial y nacional. Se argumentó que cedería las aspiraciones a dicho cargo a cambio de obras de infraestructura, además que ya el cargo no tiene la relevancia que tuvo tiempo atrás en torno al manejo de fondos y obras complementarias con las que se vio ampliamente beneficiada la provincia, en particular Posadas.