A diferencia de años anteriores, esta vez no habrá un acto central, sino que a lo largo del día los fieles podrán acercarse a participar, con todos los recaudos sanitarios, de algunas de las misas: tres a la mañana y una por la tarde, más una a puertas cerradas transmitida por redes sociales. Además, la imagen del Santo Patrono de la ciudad se ubicará en el atrio de la Catedral para que los vecinos puedan venerarlo desde la vereda o incluso desde los autos, sin necesidad de ingresar al templo. “Se va vivir de un modo bastante íntimo”, afirmó el párroco Ariel Manavella.
Oberá vivirá este sábado la celebración de su patrono San Antonio con una jornada atravesada por la cuarentena por el coronavirus, que obligó a cambiar la manera de homenajear al santo y buscar la forma de evitar que los fieles se aglomeren en masa.
Uno de los cambios más significativos respecto a años anteriores es que no habrá una misa central como aquellas que se realizaban fuera del templo y obligaban a cortar el tránsito en la zona o la realizada en un polideportivo. Esta vez, las misas se realizarán a lo largo del día en diferentes horarios para que los fieles puedan acercarse, con todas las medidas sanitarias que implica, a participar de alguna de las celebraciones.
La primera misa del día se realizará a las 8. La siguiente a las 9 y la última de la mañana será a las 10.30, con transmisión en vivo por radio Integración (101.1 en la ciudad y alrededores). Por la tarde habrá una misa más, a las 17 y la última será en el horario habitual de las 19.30, a puertas cerradas, como viene ocurriendo desde el inicio de la cuarentena, y transmitida a través de las plataformas digitales Facebook y el canal de YouTube de la diócesis de Oberá.
“La fiesta de San Antonio se va vivir de un modo bastante íntimo por decirlo de alguna manera. Sin ninguna celebración popular, sin procesiones, sin los tradicionales ballets de las colectividades, sin el acto cultural de la tarde que desde hace unos años veníamos realizando y con mucho trabajo, rescatando valores de la cultura misionera, de la realidad obereña y argentina”, señaló el sacerdote Ariel Manavella, párroco de la Catedral de la ciudad. El religioso reveló que este año tenían proyectado un acto centrado en la Virgen María, en consonancia con el Año Mariano Nacional, que la iglesia argentina viene atravesando. “Tendrá que ser en otra oportunidad”, afirmó.
Padre Ariel Manavella, párroco de la Catedral San Antonio de Oberá (web).
El Padre Ariel aclaró, además, que se tomarán todas las medidas sanitarias exigidas por el protocolo para permitir las celebraciones religiosas. “Todas las normas sanitarias se tomarán las tres puertas de ingreso. No habrá circulación dentro del templo, las personas que ingresen por una puerta no van a poder salir por la otra, directamente se van a ubicar en ese lugar cercano a la puerta. Van a tener que rezar de ese lugar y si participan de la misa también va tener que ser desde ahí, sin moverse de un lado al otro y luego se retirarán, permitiendo el ingreso de otras personas”, explicó.
La intención es que pueda circular el mayor número de personas posible, siempre teniendo en cuenta los recaudos necesarios para ingresar y permanecer dentro del templo. “Para evitar que haya una gran aglomeración de personas, la imagen del santo la vamos a colocar en el atrio del templo, para que la gente pueda pasar a saludar a San Antonio o a venerar o hacer o cumplir su promesa, sin necesidad de entrar adentro del tempo. Directamente por la circulación de la vereda por la avenida Libertad, por avenida Sarmiento, hasta sin bajarse del auto”, subrayó el sacerdote.
Sorpresa, online
Desde el comienzo de la cuarentena, en marzo, la Catedral de Oberá como tantas otras parroquias del mundo, comenzaron a utilizar las redes sociales o plataformas virtuales para transmitir las misas y permitir que los fieles participen de esas celebraciones, impedidos de hacerlo físicamente debido a que, al menos hasta fines de mayo, el asilamiento social y obligatorio decretado por el presidente Alberto Fernández en todo el país, no permitía ningún tipo de reunión.
Para el padre Ariel, otra de las particularidades de la fiesta patronal de este año es que muchos fieles celebrarán a San Antonio desde sus hogares, porque no podrán llegar hasta la Catedral. En ese sentido, el sacerdote señaló que fue una sorpresa ver la cantidad de personas que se sumaron a las transmisiones virtuales durante la cuarentena. “Ha sido una enorme sorpresa. En algunas celebraciones, como en Pascua, se han sumado varios miles de personas, mirándola en directo o a veces buscan de verlo en otro momento y se multiplican y se multiplican las transmisiones en otros horarios”, indicó.
El religioso afirmó que, en este tiempo de pandemia, las transmisiones online de todo tipo de celebraciones, abrieron las puertas de muchísimos hogares. “En muchas familias se ha rezado mucho más que antes porque hemos facilitado también medios de difusión del Evangelio y de las celebraciones litúrgicas, a los que no estábamos tan habituados”, reflexionó.
FUENTE MISIONES ONLINE
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