Los replanteos que se hace el Muñeco generan inquietud, y no sólo en el hincha: ¿hasta qué punto soportará la devaluación de la competencia y la economía que tanto le preocupan?
Cuando Marcelo Gallardo hace la evaluación del fútbol que viene, le duele la cabeza. Y se replantea cosas. Nada tiene que ver, por ahora, su futuro en River: ya aclaró que no valora irse y eso en Núñez tranquilizó corazones.
Es la proyección analítica de lo que ocurrirá “el día después” lo que inquieta al deté, y por ende a los dirigentes e hinchas. Un punto en la línea de tiempo a partir del cual se comenzarán a ver del todo los daños colaterales que dejará la cuarentena: el Muñeco prevé un fútbol argentino devaluado, sin competitividad económica ni deportiva. Y analiza en la intimidad cómo hacerle frente a ese muy poco alentador panorama.
Es la conjugación de diversos factores corrosivos lo que le preocupa a Gallardo. Por un lado, el fútbol argentino está siendo golpeado no sólo por la baja en los ingresos que se registró durante el aislamiento (reducción a cero del ticketing, merma en la recaudación por cuotas sociales, etcétera) sino también por la creciente devaluación: un billete con la cara de George Washington no tiene el mismo rendimiento en nuestro país que en otro con una economía más sólida.
fuente : olé