En Misiones hay una preocupación generalizada con respecto al regreso a las aulas: temen que los protocolos no sean suficientes y puedan poner en riesgo su salud.
Luego de tres meses de cuarentena, un tiempo de muchos cambios que todavía hoy cuesta asimilar, “viene la otra parte que es el volver”, dijo la directora de la EPET 6 de Eldorado, Sonia Pantiu. Tras la reciente aprobación del protocolo nacional para el regreso a las aulas, la polémica por permitir o no a los alumnos que asistan a la escuela se acrecienta.
Mientras el Gobierno misionero lo decide, sobran las opiniones de padres y docentes que prefieren la virtualidad a la presencialidad. “Prefiero que pierda un año y siga vivo, a que vuelva de la escuela en un cajón”, opinó Tamara Fischer quien tiene un niño en primaria y dos en primer y último año de secundaria.
Según una encuesta realizada por el director de la EPET 39 de El Soberbio, Sergio Vallejos, a los padres de los alumnos de esa institución “los más ansiosos por la vuelta a clases son los papás de primer año, porque no quieren que sus hijos se pierdan la experiencia de vivir su ingreso en la secundaria de manera presencial”.
Sin embargo, estas ansias de volver se mezclan con altos niveles de preocupación e incertidumbre, haciendo que quieran volver “pero no ahora”, aseguró el docente a PRIMERA EDICIÓN.
“Elijo no mandarlos”
En la EPET 6 “muchos padres nos consultaron preocupados por el regreso a clases”, admitió Sonia. “Tenemos un 20% de alumnos con algún tipo de problema respiratorio que no podrían asistir a clases, entonces los papás piden la alternativa de que les manden la tarea virtualmente”, agregó.
También hay que tener en cuenta que “desde antes de la pandemia, en esta época es usual que muchos chicos presentando el certificado médico, se ausenten porque se enferman. Estos casos siempre se tuvieron en cuenta: dependiendo el tiempo de reposo se les mandaban las tareas a la casa o se les evaluaba al regreso”, explicó Pantiu.
“Si puedo elegir, elijo no mandarlos”, sostuvo Fischer. Y, según dijo, su opinión es sostenida por varios pares con los que habló. “Tenemos un grupo de Whatsapp de padres y ninguno quiere que comiencen las clases presenciales. Vamos a seguir con las clases virtuales te dicen”.
Pese a que las clases virtuales significan un inconveniente para muchos, por problemas de conexión y gastos excesivos en datos móviles, “preferiríamos seguir renegando con Internet antes que nuestros hijos tengan que ir a la escuela”, sostuvo. Además, “la idea del grupo es que los que no pueden descargarse el material, entre todos nos ayudamos y vamos mandando los archivos al Whatsapp”, agregó destacando cierto grado de acostumbramiento al aprendizaje virtual.
Por otro lado, Fischer destacó que la asistencia de los chicos al aula no sólo implica que estén en la escuela, “capaz ahí, si se sigue el protocolo como corresponde, pueden estar igual de protegidos que en casa, pero la mayoría se mueve en colectivo. Hay que pensar que todos los días van a tener que estar moviéndose en un espacio cerrado y lleno de gente… no, es muy riesgoso”, concluyó esta mamá.
Temor docente
La sensación de que el regreso a las aulas pueda poner en riesgo la salud, no es exclusiva de los padres.
Hay muchos docentes, pertenecientes a diversas instituciones educativas, que se muestran escépticos al retorno. “No sólo los papás tienen miedo al contagio, hay profesores que ya nos adelantaron que van a presentar licencia porque no se sienten en condiciones de volver”, anticipó la directora de la EPET 6 de Eldorado.
Algunos, justificaron su decisión porque “padecen enfermedades crónicas o ya tienen una edad avanzada”, mientras que otros “simplemente tienen miedo de exponerse y contagiarse”.
“Yo creo que hay que esperar un poco más y después pensar en una articulación de los ciclos 2020 y 2021 o una estrategia similar”, opinó Vallejos haciendo hincapié en la situación de las escuelas que, como la EPET 39, están en zona fronteriza. “Principalmente nosotros que estamos a pasitos de Brasil, donde hay un mar de casos de COVID-19, sería demasiado arriesgado”, subrayó.
“Volver en estas condiciones, sería un disparate”
Hablar de una “vuelta a las aulas segura”, es también hablar de importantes gastos de inversión ya que, según lo establece el protocolo nacional del regreso presencial: “cada jurisdicción contará con un plan de mejoras para el adecuado acceso al agua para higiene personal y limpieza, el funcionamiento de baños y ventilación de ambientes, así como otras acciones a fin de garantizar el cumplimiento de las medidas esenciales de seguridad, higiene y salud”.
Por ello, uno de los aspectos que más preocupa a los directivos de las escuelas, es la falta de recursos con los que cuentan sus establecimientos.
Al respecto, el director de la EPET 39 de El Soberbio sostuvo que en su caso la escuela no es un espacio seguro en un contexto de pandemia.
“Nosotros tenemos una escuela muy precaria que está desbordada de alumnos. Nuestras aulas son galpones donde metemos 50 alumnos por clase… y al menos nosotros tenemos inodoros pero conozco instituciones que ni eso tienen, usan letrinas. ¿Y me hablan de que van a mandar cabinas desinfectantes? Volver a clases bajo estas condiciones, sería un disparate”, reclamó.
En este sentido, destacó que “nosotros hace ocho años venimos reclamando mejoras en la escuela y todavía no llegaron. Si en condiciones normales y sin pandemia no teníamos los recursos básicos, qué nos hace pensar que en el lapso de un mes van a venir más porteros, van a mejorar las aulas y van a hacer los gastos sanitarios que hay que hacer? Eso yo no me lo creo”.
Se verá cada caso
Si bien el protocolo nacional no especifica que el regreso podrá ser optativo, lo cierto es que tampoco hace mención de su obligatoriedad y, en cambio, da a entender que se considerará la no asistencia de los alumnos dependiendo la situación.
El ministro nacional Nicolás Trotta ratificó, incluso, que cada gobernador definirá la fecha y si adapta con mayores medidas de seguridad lo aprobado por el Consejo Federal.
En este aspecto, el documento unánime de los ministros de Educación del país indica que se deberá “profundizar el trabajo en la no presencialidad con las y los estudiantes que no puedan, por razones sanitarias o no deseen por temor o decisión de las familias, asistir a clases presenciales. Prever, en caso de ser necesario, un docente tutor o maestra/o comunitario para que trabaje con un agrupamiento de estudiantes que correspondan a estos casos”.
Fuente: Primera Edición