El Senado aprobó por unanimidad la ley de donación de plasma sanguíneo de recuperados de coronavirus. La norma impulsa la creación de una campaña nacional para promover este método que ya demostró resultados alentadores en la atención de pacientes contagiados.
El proyecto, que el 26 de junio obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, establece una licencia de dos días para los recuperados de coronavirus que donen plasma cuando sean trabajadores en relación de dependencia. Además, fija un reconocimiento especial a su contribución en la lucha contra la pandemia.
La iniciativa fue impulsada por el presidente del bloque del Frente de Todos Máximo Kirchner, su par del PRO Cristian Ritondo y el titular del Interbloque Federal Eduardo Bucca. También recoge iniciativas de otras bancadas, como la radical.
En los fundamentos del proyecto señalaron: «El Hospital de Trauma Federico Abete de Malvinas Argentinas de la Provincia de Buenos Aires ha avanzado con esta técnica, y el Ministerio de Salud Provincial ha informado los resultados preliminares que muestran que el 90% de los enfermos de COVID-19 tratados con plasma en centros de salud de ese distrito se han recuperado. Es por ello que resulta necesaria una campaña nacional que fomente la donación de plasma sanguíneo de los pacientes recuperados de COVID-19».
Además, establece que se creará un Registro Nacional de Pacientes Recuperados de COVID-19 Donantes de Plasma, cuya información deberá resguardarse en cumplimiento de la ley 25.326 de protección de datos personales.
La autoridad de aplicación de la ley, que será determinada por el Poder Ejecutivo, deberá garantizar que los donantes cumplan con los criterios de elegibilidad de acuerdo con los protocolos habilitados vigentes y hayan expresado su consentimiento.
También deberá requerir a las autoridades sanitarias jurisdiccionales la definición de los Centros Regionales de Hemoterapia y/o bancos de sangre que serán los responsables de realizar la captación y recolección de plasma.
Por último, la campaña fomentará la capacitación de los equipos de salud sobre el procedimiento para la donación de plasma e impulsará actividades de investigación en la temática. También asegurará el acceso a la información sobre donación de plasma de pacientes recuperados de coronavirus.
El tratamiento
La práctica consiste en extraer plasma de la sangre de una persona que tuvo coronavirus y se recuperó. El objetivo es tomar los anticuerpos que su sistema inmunológico creó para neutralizar la enfermedad y luego transferirlos en dosis a pacientes que cursen la afección.
El procedimiento se aplica tanto en pacientes leves como en aquellos que se encuentren en estado crítico.
Esta tecnología extrae entre 660 y 800 cc de plasma por donante, que luego se dividen en dosis de 200 cc. Si se tiene en cuenta que una persona recibe en promedio dos dosis, con una donación se puede asistir a un infectado y medio.
No todos los que cursaron la enfermedad de COVID-19 pueden convertirse en donantes. Existen ciertos requisitos. Entre estos, se destacan el haber transcurrido un mes desde la recuperación y poseer dos determinaciones de PCR negativas; no cursar otra infección de transmisión sanguínea como HIV o Hepatitis B y haber desarrollado una cantidad de anticuerpos elevados.