Argentina producirá, inicialmente, 150 millones de dosis de la sustancia activa para fabricar la potencial vacuna contra el coronavirus, anunció ayer el presidente Alberto Fernández en la conferencia de prensa en la que se anunció la realización en el país de este fármaco desarrollado por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
Se espera producir para América Latina (sin Brasil porque tiene otro acuerdo) «un piso de 150 millones de dosis (de vacunas) y un techo 250 millones, calculando que va a necesitar 230 millones de dosis», según referenció el Presidente en la mencionada conferencia de prensa.
Respecto a la estimación del precio de la vacuna, consideró que oscilará entre los 3 y 4 dólares, importe «que permitirá a todos los países de América Latina acceder a ella», consideró el Presidente. El acuerdo de fabricación de la sustancia activa también permitirá «recibir la vacuna entre 6 y 12 meses antes», y agregó que este adelantamiento en los tiempos «no lo habríamos podido lograr sin este acuerdo».
Consultado sobre los plazos, Fernández afirmó que «estaremos en condiciones de vacunar», en el primer semestre del año próximo.
En el encuentro, también se dieron a conocer detalles del acuerdo y el compromiso por parte de la multinacional AstraZeneca de «apoyar el acceso amplio y equitativo, y que no se obtendrán ganancias mientras dure la pandemia».
En la conferencia de prensa en la Residencia de Olivos, el presidente Alberto Fernández destacó que el laboratorio mAbxience, del Grupo INSUD, estará encargado de la «producción de la sustancia activa de la vacuna» en la que está trabajando, en fase 3, la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
«mAbxcience tuvo su apertura en febrero donde se invirtió 40 millones de dólares. Eso obviamente despertó el interés de AstraZeneca que tiene un programa global súper interesante de abastecer creo que dos mil millones de dosis de vacuna en el mundo en un plazo corto y por lo tanto han ido en cada región eligiendo empresas que sean capaces de producir y generar este producto», dijo Corley en declaraciones a la TV Pública.
El directivo indicó que «ellos lo querían hacer realmente rápido, en el curso de un año poder abastecer esas cantidades» y «para América Latina, excluyendo Brasil, estamos pensando en 250 millones de dosis».
El 21 de febrero pasado, esta compañía, especializada en la producción de medicamentos para enfermedades oncológicas y autoinmunes, amplió «el acceso de los pacientes a tratamientos biológicos» al sumar una nueva planta en Garín, provincia de Buenos Aires, con lo que ahora cuenta con dos plantas en la Argentina y una en León, España.
La planta, inaugurada por el presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense, Axel Kiciloff, entre otras autoridades, requirió de una inversión de 40 millones de dólares y «marca un nuevo hito en la industria de biofármacos en Latinoamérica».
Con su puesta en funcionamiento, afirmó la empresa en un comunicado, «logra duplicar su capacidad de producción con la posibilidad de cubrir la demanda del mercado argentino e internacional durante los próximos 10 años».
La planta produce anticuerpos monoclonales biosimilares, que «se utilizan para el tratamiento de enfermedades oncológicas y autoinmunes como la artritis reumatoide».