Hay trabajadores que la están pasando muy mal por la caída del poder adquisitivo desde hace cinco años y sus magros sueldos no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas, muchos incluso vienen desde hace un par de años endeudados con las tarjetas de créditos y préstamos personales, con tasas usurarias de los bancos, que cobraban y siguen cobrando tasas usurarias.
El actual gobierno nacional era una esperanza de poder mejorar sus ingresos y es por ello que tiene una mayor exigencia que el gobierno anterior, que entendía que el sueldo de los trabajadores argentinos eran muy altos, por lo tanto, no competitivos por los costos laborales, y si lo hicieron por desgracia de los trabajadores, sean públicos y privados.
La caída económica afectó al estado nacional, a las provincias y a los municipios en materia de recaudación, unos están mejores que otros. En algunas provincias los docentes y demás empleados públicos cobraron en cuotas el aguinaldo y cobran los sueldos según terminación de DNI, no es el caso de la provincia de Misiones, que al no estar endeudada y por venir de una administración equilibrada y austera, como lo fue la gestión del ex gobernador Hugo Passalacqua, hoy no tiene mayores dificultades, pero sí una caída en las recaudaciones, que son importantes y determinantes.
Se dice que el gobernador Oscar Herrera Ahuad estaría estudiando la posibilidad de otorgar un aumento al sector pasivo, a los jubilados provinciales, similar al otorgado por el gobierno nacional, del 7 por ciento, aunque no se descarta el otorgamiento de un bono, que sería también para los activos, un bono en cuotas fijas para los meses siguientes hasta el mes de diciembre y estirar un aumento salarial hasta el mes de febrero del próximo año, en el cual tendrán un panorama más certero de la economía.
En el caso de la municipalidad de Oberá, otorgó un bono de dos mil pesos para los meses de septiembre y octubre, con la promesa de luego sentarse a discutir un aumento salarial al básico, que es donde, por los demás ítems, tiene mayor impacto los aumentos, como el caso de antigüedad y otras cuestiones, pero que también demandan en consecuencia una mayor erogación en aportes sociales, lo que implica un mayor esfuerzo económico.
Es cierto que la situación económica cada día es más preocupante y complicada para todos los sectores asalariados, en la mayoría de los rubros laborales y es necesario una urgente recomposición salarial para que se puedan hacer frente a los costos de vida, que por efecto de la pandemia provocaron un aumento del precio de los artículos de primera necesidad, como siempre ocurre en los sectores oportunistas de los mayoristas y supermercadistas, que por las dudas, aumentan los precios “para protegerse” y es sabido que en tiempos de inflación los sectores económicos hacen la mayor diferencia de rentabilidad a su favor. Sumado a ello, el aumento de los combustibles en un cuatro por ciento que también tendrá repercusión en las góndolas.
En los últimos días aparecieron audios, supuestos afiches de las fuerzas policiales anunciando autoconvocatoria de efectivos para realizar marchas y manifestaciones en reclamo salarial, de las que nadie se hizo cargo, y tampoco se realizaron. Sí se llevaron a cabo cortes de ruta del sector de docentes autoconvocados, es decir que no están agremiados. Medio centenar de docentes de diferentes localidades de la Zona Centro cortaron la Ruta Nacional 14 a la altura del Km 13 a la espera de que el gobierno los convoque a una mesa de discusión salarial, y que la Legislatura los convoque para el tratamiento del presupuesto educativo provincial.
Los autoconvocados, a no estar agrupados dentro de un marco jurídico que los identifique, se hace difícil el diálogo, al no tener conducción definida, sería lo mismo si en nombre del gobierno provincial los atiende la esposa del ministro de educación, o en representación de la legislatura lo hace el hijo de una de las autoridades de la cámara. Es decir, personas sin poder de decisión y de representatividad; y más allá de que los reclamos de mejora salarial son justos y es necesario atenderlos, el gobierno se debe sentar a dialogar con las autoridades gremiales legalmente constituidas. Es por ello que en su momento los recibió a los docentes autoconvocados el diputado nacional Ricardo Welbach, un dirigente político con peso en las estructuras políticas y de decisión del partido gobernante.
Los trabajadores tienen necesidades de contar con mayores fondos, el estado necesita de recursos para poder satisfacer esas demandas de aumento salariales, debería primar en estos tiempos el diálogo y no la búsqueda del conflicto y la confrontación, dado que muchos sectores pedían un mundo distinto, más humanizado, más conciliador y de sobremanera, más solidario.
El shopping de las protestas
Tal como si viéramos a un preso tras las rejas gritar ‘queremos estar encarcelados’, de la misma forma se reclamaba a gritos que se quiere vivir en libertad, en plena libertad. Existe la necesidad del desahogo de tanta bronca, odio y rechazo a hacia los sectores más marginales de la economía, producto de haber beneficiado a otros sectores económicos más pudientes. La idea de igualdad, de equidad de solidaridad y asistencia a los que menos tienen produce rechazos odiosos, y es entendible que necesiten alimentar y realimentar esos sentimientos desde los sectores opositores, para seguir manteniendo un margen de poder y de representación ciudadana. Por ello fue normal y natural ver a ex funcionarios del gobierno de Juntos por el Cambio acompañar la marcha, con expresiones como la del ex presidente Mauricio Macri, quien, desde Suiza, se hizo presente con un mensaje a sus seguidores “Estoy orgulloso de que miles de argentinos hayan salido a decirle basta al miedo y al atropello”, mientras se manifestaban en contra del miedo, para vivir en libertad y democracia, sin poder argumentar el reclamo, más allá de la obligatoriedad del uso del barbijo y las medidas de aislamiento social. Entre tantos, otros se oponían a la reforma de la Constitución Nacional, otros en contra de la cuarentena que no es cuarentena, otros por las vacunas, contra el aborto, contra la reforma judicial, que antes reclaman que se reforme, contra el matrimonio igualitario que dicen que es el castigo de Dios, y es por ello que tenemos el virus, en contra del IFE, siempre y cuando no se sepa que su esposa e hijos y demás parientes lo cobran.
En definitiva, los opositores al actual gobierno nacional salieron a protestar, y está bien que lo hagan y lo puedan hacer con total libertad, tal cual lo hacen, al igual que las anteriores protestas contra el gobierno nacional, no tuvieron la fortaleza en el mensaje, por la clara manifestación opositora que busca argumentar y justificar su pensamiento anti gobierno popular y democrático.
Los medios opositores al gobierno, juntamente con los partidos de oposición, salieron a darle a la protesta una dimensión que no tuvo, entendiendo que fue contundente y que condicionaba al gobierno hacia el futuro, pero también advertían que el gobierno nacional minimizaría la protesta, la ignoraría y avanzaría en su plan de gobierno, en las medidas de salud ante la pandemia y el proyecto de reforma judicial, titulando que el gobierno desoye el reclamo del pueblo, sin hacer referencia que es un sector del pueblo que se opone a todo lo que pueda hacer el gobierno nacional, que al no ser de la extrema derecha, obviamente no los representa.
Las contradicciones de la convocatoria en los argumentos y la poca convocatoria en función a la cantidad de ciudadanos, beneficia claramente al gobierno, lo fortalece en la dirección que ha tomado su política de gobierno, ratificando una vez más el viejo argumento de que lo que no mata, engorda, y fortalece. Y en política también.