Coman marcó el único tanto en Lisboa, para que el conjunto alemán se quede con su sexta ‘orejona’. El campeón ganó todos los partidos del certamen, marcando un récord
En el Estádio da Luz de Lisboa, el Bayern Munich venció 1-0 al PSG de Ángel Di María y Leandro Paredes (Mauro Icardi fue suplente y no sumó minutos), y es el nuevo campeón de la Champions League.
Justamente ‘Fideo’ tuvo una de las más claras del partido en la primera mitad, con un derechazo que se fue por encima del travesaño, aunque la doble atajada de Manuel Neuer a Neymar fue la oportunidad más importante del equipo parisino en esa parte.
Por el lado del conjunto teutón, Robert Lewandowski coqueteó con el gol en dos jugadas clarísimas: primero hizo sonar el palo con un derechazo de media vuelta, y luego el arquero Keylor Navas le tapó un tremendo cabezazo.
Para el final de la etapa inicial, una maniobra para cada uno: Mbappé lo tuvo adentro del área pero definió muy fácil para Neuer, y en la réplica, el árbitro no cobró ni revisó un posible penal sobre Coman en favor de los alemanes, por lo que los equipos se fueron al descanso igualados.
El encuentro bajó la intensidad en el inicio de la segunda mitad. Sin embargo, Bayern Munich se fue apoderando de la pelota, a desgastar a su rival, y así llegó al gol con una aparición de Coman, por detrás de los defensores, para abrir la cuenta antes de los 15 del complemento.
El conjunto alemán se sintió cómodo con la ventaja y hasta pudo ampliar rápidamente también con Coman. Con Mbappé y Neymar desconocidos, a PSG se le hizo cuesta arriba, más allá del buen nivel de Di María, el más peligroso de los parisinos en la etapa final hasta su reemplazo.
Si bien el equipo de la capital francesa no tuvo grandes chances para igualar, cuando parecía que se moría el partido sin más emociones, quedaba tiempo para una más en los minutos de descuento: de contraataque, Neymar quedó algo incómodo en el área y no pudo definir lo que pudo haber sido el empate agónico.
Las individualidades no pudieron contra el poderío alemán en lo que resultó un partidazo. El mejor equipo, el de mejor juego colectivo quizás del mundo, el más contundente, el más arrollador; se apoderó de la Champions League ganando todos los partidos del certamen, para sumar así su sexto título en esta competencia.