Un nene de dos años recibió un trasplante de médula, venció a la leucemia y luego le ganó al COVID-19. Se llama Miqueas Lionel, su familia es de Tierra del Fuego y tuvo que trasladarse a Buenos Aires para buscar el milagro de sobrevivir.
A pesar de los nuevos diagnósticos, la familia siempre mantuvo la fe, la esperanza y la confianza en los médicos. El día del trasplante llegó. La cirugía fue de alta complejidad debido a la condición de su corazón. Por fortuna, salió perfecta. La médula funcionaba bien. La familia y los médicos comprobaron que Miqueas “se la bancó como un león”, agrega Brian, orgulloso de la resistencia de su hijo.
De la internación en terapia intensiva, pasaron a sala común. Todo iba bien, pero luego le diagnosticaron coronavirus. “Era una cosa de no creer”, cuenta. Para su suerte y a pesar de ser un paciente inmunosuprimido, fue asintomático.
Hoy, Miqueas es un nene sano. Se podría decir que le ganó a todo: infecciones en sangre, una fractura, la neumonía, la mucositis, el trasplante y el COVID-19. Tiene unos excelentes valores en sangre. El día que salió del trasplante estaba tan feliz que le pidió unas empanadas caseras a su abuela para celebrar. “Nunca perdimos las esperanzas, confiamos en los profesionales y en Dios. Espero que otras familias también puedan superar la adversidad que se les presente”, sentencia su familia.
fuente: Que pasa JUJUY