Luego del pedido de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) 11 de La Plata, a cargo de Álvaro Garganta, el juez de Garantías Carlos Agustín Crispó hizo lugar a la solicitud de detención del cura destinado en Puerto Iguazú, Raúl Anatoly Sidders, acusado por abusar sexualmente de una menor de edad.
El pedido de inmediata detención de garganta se dictó el pasado viernes 27 y, tras cumplirse los cinco días de plazo estipulados, la Justicia platense ordenó ayer que se cumpla con la medida.
La denuncia contra el cura fue radicada en agosto pasado por una joven, quien señaló que Sidders la abusó cuando tenía 13 años, “aprovechando la situación de guía espiritual como sacerdote y docente”, según se detalla en la presentación ante el Juzgado de Garantías 2 de ciudad de La Plata, cuando el religioso se desempeñaba como capellán del colegio San Vicente de Paul.
Tras la solicitud de detención originaria requerida por los patrocinantes de la víctima, Juan Pablo Gallego y Pía Garralda, salió a luz que el presbítero Raúl Anatolly Sidders se había trasladado al área de la Triple Frontera, en Puerto Iguazú, con grave riesgo de fuga, a entender de los letrados.
En este sentido, se supo que sobre Sidders recae la prohibición de salida del país.
Luego de conocida la primera denuncia y la llegada del religioso a la Ciudad de las Cataratas, el obispo local, Nicolás Baisi, sostuvo que los señalamientos se trataban de una “fake news”.
Los denunciantes señalaron en un comunicado que “el encubrimiento de la jerarquía eclesiástica se manifiesta en que, a pesar de la causa en su contra, Sidders mantiene tanto su cargo eclesiástico como público, ya que también es capellán de la Gendarmería Nacional”.