Los automovilistas que intentaron salir temprano en la mañana del sábado desde Misiones hacia Corrientes, se encontraron con una nueva “aduana de las multas”, un insólito retén en El Arco, por la ruta nacional 12. Allí, casi 20 Policías obligaron a los conductores a registrar la salida de los vehículos, para saber si deben multas de tránsito que pretende recaudar Misiones.
En la era de las telecomunicaciones, en la cual las notificaciones podrían realizarse por mail, Whatsapp, la App Misiones Digital o correo postal, el Ministerio de Gobierno provincial eligió detener desde ahora a los automovilistas que quieren salir de Misiones para intimarlos por multas de tránsito. Son las aplicadas por los polémicos radares fijos o móviles en las rutas, calles y avenidas misioneras.
Los conductores -uno a uno- deben estacionarse frente al puesto de control, formar una fila hasta llegar a un reducido lugar donde se verifica en el sistema las multas, que se supone, adeudan a la provincia por infracciones de tránsito sin importar el tiempo de las personas entre las cuales había no deudores al fisco.
Los que debieron pasar por esta mala experiencia en el intenso calor matutino, comentaron que se tarda entre media hora y 45 minutos para que te den la intimación de multas. “Pasó que uno de ellos tenía multas en el auto del año 2018 pero su coche era del año 2020. Igualmente lo obligaron a notificarse sino no podía seguir camino”, explicó uno de los eventuales testigos.
En un fin de semana donde se fomenta el turismo -tanto desde Misiones como Corrientes- el libre tránsito cada vez se convierte más en el pasado. Al retén que se genera para el hisopado obligatorio para el ingreso (que debe pagar el ciudadano), ahora apareció la “aduana de las multas” para poder salir en el límite interprovincial, dentro del territorio argentino.
La veintena de policías asignados para esa tarea administrativa, genera que algunos barrios, rutas y caminos se queden sin una tarea más importante: dar cobertura de seguridad ante delitos más graves contra las personas y la propiedad o prevenir los accidentes de tránsito.
Los que cayeron en la “aduana de las multas” entre las 8 y 9.30 horas contaron indignados que, mientras hacían la larga fila para registrar la patente del auto, por otro carril ingresaban a Misiones sin ningún control varios camiones con soja, sin que se les tomara siquiera la temperatura a los choferes y -menos aún- se constataran los papeles de los granos. En especial con los antecedentes del tráfico en la costa del río Uruguay.
La “aduana paralela” de la Agencia Tributaria y la sanitaria con el hisopado tienen una nueva integrante en la familia misionera de recaudación, para intimar al pago de multas que nadie puede recurrir sino en el lento sistema judicial mientras acumulan intereses siderales a medida que transcurren los dias.
fuente:primeraedicion.