En la localidad del Valle de Anisacate, Córdoba, el intendente peronista Ramon Zalazar junto con el jefe comunal Jorge Melos, establecieron un impuesto temporario de $2000 a quienes tengan pileta propia en su domicilio, con motivo de una crisis hídrica en la región.
«Vamos a cobrar 2 mil pesos extraordinarios durante cuatro meses y después se va a evaluar el seguimiento…No es nada, no es plata comparado con lo que sale limpiar una pileta”, dijo en una entrevista por la radio cordobesa Cadena 3.
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La crisis hídrica de la provincia debido a un gran período de sequía, sumado a la cuarentena que aumentó el consumo de agua en los hogares, fue la excusa perfecta para agregarle un nuevo impuesto a todos aquellos que tienen una pileta. Supuestamente no incluiría aquellas de lona.
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Si bien es necesario un consumo responsable del agua, sumar impuestos parece ser la costumbre más sencilla en este país para resolver los asuntos y problemáticas que ocurren en nuestro territorio, castigando siempre al que tiene un poco más, de manera que se iguale todo para abajo.
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