Aseguran que puede aumentar la tasa de detección porque los rastros del virus permanecen más tiempo en el ano que en las vías respiratorias.
En China se comenzó a emplear una forma nueva de detectar el coronavirus: test anales, los que, al parecer, son más efectivos que tomar muestras de la garganta o de la nariz.
“El coronavirus sobrevive más tiempo en el ano o en los excrementos, lo que permite detectarlo con mayor precisión que analizando las partes superiores del tracto digestivo o respiratorio”, según cita el doctor Li Togzeng en el “The Global Times”.
Los usuarios de Weibo, la popular plataforma china de medios sociales, reaccionaron al método con una mezcla de alegría y horror. “Qué suerte haber vuelto antes a China”, escribió un usuario. “Poco daño, pero extrema humillación”, dijo otro, utilizando un emoji de risa.
Hisopado anal: no hay consenso en Argentina
“Es verdad que se excreta virus por la materia fecal, pero me parece invasivo, innecesariamente”, opina ante Con Bienestar Bárbara Broese (M.N. 130.018), Jefa de Epidemiología del Hospital Central de San Isidro.
La transmisión fecal-oral es posible según dos informes publicados en la revista médica Gastroenterology. Los investigadores encontraron que el ARN y las proteínas del SARS-CoV-2, la causa viral del COVID-19, se eliminan por las heces en las primeras etapas de la infección, pero persisten después de que los síntomas respiratorios disminuyen.
“Por otro lado la enfermedad también causa vómitos y diarreas así que tiene un cuadro de infección gastrointestinal asociado, por lo que se podría evaluar con hisopados anales”, considera Ricardo Rüttimann (M.N. 72.566), pediatra e infectólogo, miembro del Consejo Consultivo en Salud de TN.
La emisora CCTV informó que la semana pasada trabajadores sanitarios realizaron hisopados anales a los residentes de los barrios con casos confirmados de coronavirus en Beijing. Al igual que también se sometieron a esta prueba a las personas que permanecen en instalaciones de cuarentena.
“Quizás estaría más indicado en una terapia con pacientes intubados para evitar aerosolizar el virus, es decir para no convertirlo en partículas pequeñas y suficientemente ligeras para ser transportadas por el aire”, aclara la especialista Broese.
En el norte de China varias ciudades quedaron aisladas del país por pequeños brotes localizados, dando lugar así a campañas de pruebas masivas, que por el momento se han realizado de la forma “tradicional”, mediante hisopados de garganta y nariz.
“Se utiliza mucho para bacterias resistentes en la terapia, para ver si hay que aislar a los pacientes pero no en la práctica diaria. Acá no hay consenso para usarlo”, señala la experta.
No está claro el real beneficio de hacer estas pruebas durante la pandemia de COVID-19, al menos según los expertos locales que cuestionan la necesidad de la práctica.
“Por ahora hay que evaluar y determinar qué grado de sensibilidad tiene el método. Desde el punto de vista teórico, podría ser utilizado”, sostiene Rüttimann.
Fente: TN