Las secuelas que deja el Covid-19 todavía están en análisis al tratarse de un virus que fue detectado hace poco más de un año. En algunos casos, los efectos pueden durar semanas, en otros meses y en algunos puede dejar una secuela de por vida.
Susana Azcona, neumonologa del Hospital Escuela sostuvo que “tenemos que ver qué produjo el virus en el paciente. Hay casos incluso en qué pacientes jóvenes han producido neumonía, por más que no haya tenido comorbilidades, y la recuperación será un poco más lenta”.
“Hay una afectación del intersticio, y va a depender de las defensas del paciente, qué compromiso va a dar. Podemos tener casos leves, moderados y hasta severos”, afirmó.
En los jóvenes generalmente los casos son leves, “pero si un paciente necesita internación tenemos que monitorear qué secuelas va a dejar”, añadió.
Azcona sostuvo que “tenemos la evidencia de lo que pasó en otros lugares del mundo donde ya tienen más cantidad de pacientes estudiados. Observando los estudios epidemiológicos que han hecho vemos que ha dejado, pero es poco variable, tiene mucho que ver la genética”.
Por otra parte, la profesional de la salud expuso que hay pacientes jóvenes que sin tener neumonía, sin tener incluso una internación, tienen una debilidad de falta de aire, “pero no podemos decir que esto va a ser definitivo, por eso justamente el seguimiento y la observación. Se está viendo que hasta tres meses incluso pueden quedar con una falta de aire o astenia”.
Y enfatizó: “La idea es que una persona que tuvo Covid se cuide, no esforzarse tanto físicamente, y si sigue teniendo falta de aire consultar al neumonologo para que se realicen pruebas funcionales”.
Aunque llevó cierta tranquilidad al afirmar que “si están sanos, tenemos esperanza que en dos o tres meses la falta de aire se normalice”.
En tanto, el paciente que requirió internación y que ya quedó una cicatriz por la neumonía, “hay que observar más, por si eso tiene una repercusión funcional con el tiempo”.
Por otra parte aclaró que “cuando hay neumonía o una afectación a nivel pulmonar hay un proceso inflamatorio importante, donde intervienen muchas células, y esa inflamación se traduce en líquido, pero es pasajero. Una vez que el organismo se mejora, eso se va absorbiendo”.
“Las personas fumadoras son formadoras de broncoespasmo, hacen tos, catarro, y al igual que pacientes que tengan asma pueden tener más dificultades en la recuperación, todo dependerá de la gravedad de la enfermedad”, señaló Azcona.
“Tenemos casos que han quedado con oxígeno y lo estamos monitoreando. Hacemos un seguimiento en el Hospital a los pacientes que tuvieron internación, críticos, y después lo citamos para ver cómo siguen”, reveló.
Por último indicó que “cada paciente es un caso diferente, y todo dependerá de sus comorbilidades, la edad, el grado de afectación que tuvo. Para cuidar el pulmón hay que tratar de evitar la exposición al cigarrillo, al humo, estar en ambientes limpios”.
fuente:ELTERRITORIO