Según el INDEC, una familia «tipo» necesitó $57.997 para no ser considerada pobre. En tanto que la canasta alimentaria subió 3,6%
El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, subió 2,7% y por primera vez en seis meses fue menor que la inflación general, que fue de 3,6%.
Según el INDEC, una familia de cuatro integrantes (compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un niño de 6 años y una niña de 8 años) necesitó $57.997 para no ser considerada pobre (sin contar, por ejemplo, el costo de un alquiler).
La cifra surge a raíz de determinar que la CBT para un “adulto equivalente” (varón de entre 30 y 60 años con actividad moderada), trepó desde los $18.271 hasta los $18.769 durante el segundo mes del año.
Mientras tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia, ascendió desde los $7.677 hasta los $7.953, lo cual representó un aumento mensual del 3,6%. De esta manera, una familia “tipo” necesitó $24.575 para no ser considerada indigente.
Cabe recordar que la inflación de febrero fue del 3,6% según el INDEC. El precio de alimentos y bebidas, el rubro de mayor incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el organismo, subió 3,8%, una cifra superior a la media pero por debajo de la registrada en diciembre y enero.
Esta desaceleración estuvo vinculada en gran parte con la merma de las subas en carnes (2,8% vs 7,9% en enero y 15% en diciembre) luego del acuerdo entre el Gobierno y los frigoríficos para recortar el precio en algunos cortes.
Por su parte, los aumentos en frutas y verduras también fueron inferiores a los de enero pero siguieron encabezando las subas en el rubro (6,7%), con fuertes incrementos en productos como tomate redondo, naranja, lechuga, cebolla y batata.