Ocurrió durante la noche del martes en el barrio San Francisco de Asís, zona Sur de Posadas. El adolescente demorado aseguró que volvía a su casa cuando fue atacado por la espalda. El próximo lunes sus padres deberán llevarlo ante la Justicia de Menores a declarar su versión.
La realidad reparte trompadas y golpes bajos a cada instante. Dos adolescentes, dos menores y su suerte jugada al límite, por un teléfono celular y las pocas monedas del bolsillo. Perder o quitar la vida, las dos orillas de esta grieta que se unen por una navaja en este caso, pero que puede repetirse con arma de fuego o cualquier elemento tan contundente que sirva para defenderse o robar.
Fernando Nicolás Barrios tenía 16 años, presuntos problemas familiares y de salud e inconvenientes con la ley. Murió el martes por la noche por el shock hipovolémico de la sangre que perdió por una estocada en el cuello que le habría asestado su supuesta víctima, otro adolescente pocos meses menor que regresaba a su casa en el barrio San Francisco de Asís cuando habría sido sorprendido por la espalda en un intento por asaltarlo.
El botín en juego fue un celular y la billetera ya vacía porque lo poco que tenía lo habría gastado en una bolsa con mercaderías que llevaba en la mano.
A las 21.20 del martes fue abordado sobre calle Domínguez al 3.500 y los primeros datos que trascendieron y se sustentaron ayer, apuntan a que Barrios sufrió el puntazo de navaja en el cuello como acto defensivo de su presunta víctima, a quien sujetaba por la espalda y con un cuchillo le exigía sus pertenencias.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el menor de 15 sacó de su bolsillo una navaja y el primer manotazo con ella dio en el cuello de Barrios quien se desvaneció en pocos segundos sobre un Renault Clío frente a una vivienda.
Lastimado, excoriaciones en la espalda y antebrazos, la víctima del intento de asalto habría corrido en la dirección que una vecina (que oyó los gritos y salió a la calle) le brindó con destino a la comisaría Decimoctava. En el camino se cruzó con el patrullero y fue demorado de inmediato, mientras que en el punto mencionado, Barrios se desvaneció y el arribo de la policía y la ambulancia de la Red de Traslados ya no sirvió de nada para evitar el óbito.
Se dio intervención al Juzgado de Instrucción 1 pero al trascender que el agresor es menor de edad se trasladaron las actuaciones a la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva, que dispuso que el adolescente fuera entregado a sus padres para guarda y custodia y el lunes próximo lo acompañen a sede judicial para dar su versión de lo ocurrido.
En la escena del crimen, efectivos de Policía Científica y Criminalística de la Policía realizaron las pericias. Paralelamente, integrantes de la Dirección Homicidios e investigadores de la Unidad Regional X obtuvieron testimonios, analizaron cámaras y ubicaron a la vecina que habría presenciado el dramático desenlace.
Fue secuestrada una navaja, un barbijo con sangre y prendas de vestir con manchas similares.
De los registros de cámaras de seguridad de la zona se podría reconstruir con precisión el seguimiento que Barrios hizo desde la estación de transferencias de colectivos de las avenidas Quaranta y Santa Catalina detrás del otro menor adentrándose en el barrio San Francisco de Asís frente al hipermercado de la zona.
De confirmarse la versión desprendida de los testigos, el hecho podría encuadrarse en “homicidio en exceso de legítima defensa”. De todas maneras la inimputabilidad por la edad del protagonista se acompaña por no poseer antecedentes penales.
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