El 13 de abril de 2014, el derrumbe de un puente de la ruta provincial 103
Este martes 13 de abril se cumplen siete años de una tragedia evitable: la muerte del joven Agustín Marchiotti de 15 años, de Ema Veiga de 72 y de una beba de cinco meses, Antonela Lisboa, bisnieta de Veiga; al caer un colectivo que intentó traspasar el viejo puente sobre el arroyo Acaraguá, cuya estructura se derrumbó por completo.
La tragedia se desató alrededor de las 16.30 del domingo 13 de abril de 2014, en el viaducto construido hacía más de 50 años sobre el arroyo Acaraguá, a pocos metros de donde el curso de agua desemboca en el río Uruguay, sobre la ruta provincial 103.
Por ese lugar circulaba un ómnibus de media distancia que había partido minutos antes de 25 de Mayo, tenía prevista una escala en Oberá y como destino final la terminal de ómnibus de Posadas. El pasaje estaba conformado mayormente por estudiantes que regresaban a la capital provincial para retomar las clases universitarias tras la Semana Santa, aunque también había vecinos de la zona.
Al arribar al sector del puente, el ómnibus se preparó para cruzarlo. Entonces sucedió lo ¿inesperado?: apenas pisó el asfalto, el viaducto literalmente se vino abajo y el colectivo cayó al vacío desde 30 metros de altura. De hecho, la tragedia pudo ser mucho peor. Es que el transporte terminó apoyado en posición “normal”, es decir, sobre sus ruedas, en la porción de asfalto que cedió.
Con ayuda de habitantes de la zona y con el trabajo de nueve ambulancias de la Red de Traslados de la Provincia se procedió a derivar a 17 de los 20 heridos al hospital SAMIC de Oberá. Para entonces ya había fallecido la septuagenaria Ema Veiga; en los días siguientes se sumarían su pequeña bisnieta y otro pasajero gravemente lesionado: un adolescente de 15 años.
En la zona todo era conmoción entremezclada con la bronca de vecinos y productores, quienes desde hace casi medio año reclamaban que el viaducto se encontraba prácticamente “pendiendo de un hilo”.
Para entonces ya existía prohibición de tránsito pesado sobre el puente, con custodia policial para evitar excesos, aunque durante años se mantuvo la discusión acerca de si aun con las prohibiciones debió seguir habilitado el tránsito de vehículos menores, si las señalizaciones eran las necesarias, si otros hechos terminaron afectando a la vieja y desatendida estructura, si la Policía efectivamente tenía presencia constante, entre otras cuestiones.
Días antes de cumplirse el segundo aniversario de la tragedia, y tras 19 meses de obra sobre la ruta provincial 103, quedaba inaugurado el nuevo puente en el lugar. Durante el acto oficial, se guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas.
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