Un grupo de personas que circulaba en un camino de tierra en algún lugar de Puerto Iguazú, se encontraron con un Yaguareté adulto que se cruzó de un lado al otro de la calle para luego perderse dentro de la selva.
Los choferes circulaban en un camino de Bosetti, cercano a la ciudad de Puerto Iguazú. Se detuvieron metros antes al notar movimiento en los pastizales que rodean el camino y segundo después salió un yaguareté adulto, caminó unos metros, cruzó el camino y volvió a ingresar a la selva.
“El Yaguareté de nombre científico es Panthera onca, es un felino que se encuentra en peligro de extinción. Las principales causas son la destrucción de su hábitat, la caza furtiva (cazan al Yaguareté, como así también a sus presas) por este motivo incide en su disponibilidad de obtener alimento”, comentó Tomas Franzese, Guardaparque que forma parte del proyecto Zorro Pitoco.
“Cada individuo posee un patrón de manchas único que permite identificarlo, puede caminar más 20 km por día y es un buen nadador, puede cruzar ríos anchos y caudalosos, por lo tanto es un animal que necesita grandes extensiones de selva para su supervivencia. Por eso la importancia de las áreas protegidas y su conservación”, expresó Tomás.
Está declarado en la provincia de Misiones como monumento natural provincial, Ley N⁰ XVI -22. En tanto en la Nación Argentina, fue declarado monumento natural en el año 2001 a través de la ley N° 25463.
Al estar protegido por una ley, la caza y muerte de este felino está penado y conlleva a grandes multas.
AUMENTÓ LA POBLACIÓN DE YAGUARETÉ EN MISIONES
En Puerto Iguazú presentaron los últimos estudios de monitoreo que realizan periódicamente el equipo de investigadores argentinos del Instituto de Biología Subtropical (CeIBA-IBS), Proyecto Yaguareté y el equipo del proyecto Onças do Iguaçu, con el apoyo de distintas instituciones que llevan más de 16 años de trabajo con Vida Silvestre por la conservación de la especie junto a otras organizaciones y la sociedad.
En conclusión indicaron que hay una población de 85 a 125 ejemplares en Misiones, mientras que a nivel país habría una población total de 250 ejemplares distribuidas entre el Gran Chaco, las Yungas y la Selva Misionera.
En el país la distribución de la especie experimentó una “retracción más extrema”. El felino quedó recluido a una superficie equivalente al 5% de su hábitat original, donde sobreviven sólo 250 ejemplares de la especie, según organizaciones ambientalistas.