Se trata de José Marciano Hahn (28), quien fue ultimado a puñaladas y tras discutir con una familia. El presunto autor está prófugo.
Un joven de 28 años y de nacionalidad argentina fue asesinado a puñaladas, la tarde del pasado martes en la ciudad fronteriza brasileña de Capanema, ubicada frente a la localidad de Andresito.
Cuando la Policía Militar brasileña informó del hecho a sus pares misioneros, se supo que la víctima, identificada como José Marciano Hahn, era buscado en nuestro país por el crimen de un peón rural, ocurrido en Wanda el pasado jueves 23 de julio de 2020 (ver nota relacionada).
Desde ese entonces nada se sabía del paradero de Hahn, hasta que finalmente el martes último su nombre llegó a oídos de las autoridades argentinas. Es que fue identificado por los uniformados de Brasil como la persona que fue atacada y muerta a “facadas” alrededor de las 17.20, en una vivienda de Línea Gaucha del municipio de Capanema. Se llamó a la Policía Militar, cuyo personal acudió a la escena. Al momento de la llegada de los efectivos, la víctima estaba recibiendo atención por parte de integrantes del cuerpo de Bomberos. Sin embargo no hubo nada que hacer. Murió desangrado en el lugar. Ante los hechos, el equipo policial aisló el lugar y llamó a los equipos de Policía Civil, Penal y del Instituto Médico Legal (IML) a cargo de traslado a morgue y autopsia del cadáver. También se recopiló información sobre la víctima, como así también sobre el sospechoso de autoría, un joven de 22 años, quien fue identificado y era intensamente buscado.
En base a datos, testimonios y pistas se estableció que dicho individuo contó con la ayuda de su padre, de 44 años, y de su madre, de 41, para cometer el crimen. También y de acuerdo con la información divulgada por los medios brasileños, poco después de cometido el homicidio, padre e hijo involucrados huyeron del lugar en un vehículo Volkswagen Gol, con chapa patente de la localidad de Francisco Beltrao.
Se realizó un amplio operativo de búsqueda, pero hasta anoche no había novedades de los prófugos. Una mujer de 41 años y madre del acusado de dar muerte al joven argentino permaneció en el lugar. Fue detenida y luego enviada a la comisaría local por efectivos de la Policía Civil y para que realice una declaración preliminar.
En algunos portales de noticias del vecino país informaron que los prófugos son Antonio Carlos Alvez Da Silva (22) y su padre, Luis Antonio Alvez Da Silva (44), ambos de nacionalidad brasileña y sindicados como los autores del hecho, el primero como ejecutor y el segundo en calidad de cómplice.
Si bien no estaba confirmado el móvil del homicidio, se sabía que hubo una discusión previa entre los acusados con la víctima. No se descarta que padre e hijo huyeron hacia Francisco Beltrao, una localidad brasileña ubicada a unos 110 kilómetros del lugar del crimen.
Según confirmaron fuentes policiales, el joven asesinado en Brasil era el principal sospechoso por la muerte de Silvino Cardozo, perpetrada el jueves 23 de julio del año pasado, en Wanda.
La víctima era un hombre de 56 años y su cuerpo, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, fue hallado incinerado entre los escombros de su vivienda, que quedó reducida a cenizas tras incendiarse. No se tenían mayores pistas del acusado, solamente que era compañero de tareas de Cardozo.
Uno de los primeros indicios que obtuvieron los investigadores respecto a la identidad del asesino de Cardozo fue que le habría dicho a un cantinero de la zona (antes de desaparecer): “Le maté a ese desgraciado, le prendí fuego la casa y le robé y oculté sus cosas”, todo durante una ronda de caña. Después nadie volvió a ver al misterioso individuo, conocido como “Marciano” por su patrón, quien no le tomó mayores datos debido a que lo contrató informalmente. El predio donde hallaron el cuerpo de Cardozo está ubicado en una zona rural conocida como paraje Sierra Morena, a unos 35 kilómetros del casco urbano de Wanda.
Luego de unos meses los pesquisas identificaron plenamente al sospechoso, de quien nada se supo hasta el martes pasado, que los medios brasileños informaron su muerte a puñaladas. Por estas horas la Policía de Misiones tramitaba la repatriación del cuerpo con parientes del muchacho, quienes se domicilian en el paraje Sarandí, a unos 50 kilómetros del casco urbano de Wanda.
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