Es la segunda elección legislativa que el Frente Renovador tiene un resultado adverso en Oberá desde que se elige defensor del pueblo, la primera fue en el 2017, pero logro triunfar en la primera elección a la defensoría del pueblo por 136 votos consagrándose como primera defensora del pueblo Patricia Nittmann, en la elección del último domingo Juntos por el Cambio vuelve a ganar en diputados y le suma un triunfo por 87 votos a la defensoría del pueblo. Carlos Bernhardt, obtuvo 2007 votos y fue el tercer candidato más votado después de Juan Carlos Rossberg, quien fue el más votado con 2828 votos, en segundo lugar, Verónica Noguera con 2077 votos, y encuarto lugar por Alejandro Sena con 1838, quien destaco su conformidad por el resultado obtenido argumentando que son votos propios y del grupo político que no fue junto a ningún sector interno renovador, y que el proyecto político apunta al 2023. Se esperaba un mayor acompañamiento en votos a la actual defensora del pueblo quien ponía a consideración su gestión que fue reprobado junto a su equipo de trabajo se ubicó en el octavo lugar, muy lejos de las expectativas que existían sobre su candidatura a la reelección.
Además, uno de los que carga con la derrota de Nitmann, son el presidente del concejo deliberante Santiago Marrodan y Eduardo Moles Lezica.
Claramente en este caso los sublemas favorecieron a la estrategia de JxC con nueve candidatos, habíamos anticipado que habían muchos disconformidades y disgustos dentro de la dirigencia del frente renovador por las candidaturas a legisladores y que algunos harían la famosa plancha y otros que no querían que vuelva a ganar el sector de Fernández, que se esperaba que su candidato triunfara sin mayores inconveniente la defensoría del pueblo y es como que existió un relajamiento, cuestión que advertimos desde esta columna que no todos los sublemas renovadores estaban sumando votos y trabajando la elección.
Los dirigentes locales del Frente Renovador todos se quieren sacar de encima responsabilidades en la derrota electoral y cargarlas únicamente a las espaldas del intendente Carlos Fernández, que como jefe comunal tiene la mayor cuota de responsabilidad, pero en realidad todos los dirigentes renovadores de Oberá tienen a su cargo una porción de la segunda derrota a legisladores en Oberá. En el 2017, Cambiemos gano en senadores, diputados nacionales y legisladores provinciales por poco margen y en el mejor momento del Macrismo, con la diferencia que logró triunfar la candidata a defensora del pueblo impulsada por el intendente Fernández, ¿momento en que se preguntaba porque perdieron en las candidaturas a legisladores y gano la candidata del intendente? Si la derrota electoral del último domingo es únicamente responsabilidad del intendente obereño, cabría preguntarnos ¿quiénes fueron los responsables de la derrota legislativa del 2017? Porque la candidata de Fernández, gano en aquella oportunidad, en donde hubo corte de boletas a favor de la candidatura a la defensoría del pueblo como volvió a ocurrir en esta oportunidad en esta oportunidad, pero en menor medida.
Si bien Rossberg, fue el candidato más votado y el ganador en la interna renovadora local no obtuvo los votos que muchos se imaginaban que podría obtener, pueden ser muchos los factores, se votó en pandemia, el temor al contagio hizo que disminuyera la participación del electorado; pero lo cierto es que a partir de este resultado existe una mirada diferente hacia la elección a intendente en Oberá para el 2023, en particular en el sector de Juntos por el Cambio. Y una gran preocupación en la dirigencia del Frente Renovador porque de esta derrota ningún dirigente renovador puede lavarse las manos todos son responsables unos en mayor medida que otros, pero cada uno tiene una porción de derrota y para colmo de males es la única localidad de Misiones en donde pierde la renovación, salvo en Aurora en donde triunfo el intendente que pertenece al PAyS.
Fue una campaña corta en pandemia en donde el debate estuvo centrado más en lo local y en particular el rol del defensor del pueblo, si debería ser o no oficialismo o u opositor para poder desempeñar mejor o no su rol de defensor, entendiendo que al ser electo por el oficialismo el rol del defensor del pueblo estaría condicionado y si fuera opositor tendría mayor libertad de acción y eficiencia para actuar como defensor; en la futura gestión de Carlos Bernhardt, se verá en lo resultados y si el argumento de que el defensor debe ser opositor son beneficiosos o no.
Fue ese debate local por la defensoría del pueblo que los candidatos obereños se desengancharon y no acompañaron la elección legislativa y esta puede ser una de las razones de el porque de la nueva derrota electoral de la renovación en Oberá.
Muchos daban por sentado que el candidato a defensor del pueblo apoyado por el Intendente Fernández, ganaría cómodamente las elecciones es por eso que varios sectores internos renovadores no trabajaron, no esperaban que pierda la renovación, pero se alegraron con la derrota porque se la facturan al intendente Obereño y también al diputado reelecto Rafael Pereyra Pigerl.
Veremos cómo analizará y evaluará la dirigencia provincial la nueva derrota electoral en Oberá, si hará una lectura sobre del desempeño de la dirigencia en general o se centrara en lo particular cargándole todas las responsabilidades al intendente local, varios renovadores festejaron la derrota en Oberá, sin entender que en Oberá perdieron todos los dirigentes renovadores.