Por el rebrote de contagios de coronavirus, correspondientes a la cepa «de preocupación» oriunda de India, el gobierno israelí implementó una serie de medidas para reforzar la protección sanitaria.
Se trata de la cepa B.1.167, a la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizó como «preocupante» por su alta trasmisibilidad y resistencia frente a los compuestos desarrollados en la actualidad.
La cartera sanitaria de Israel informó que en las últimas 24 hora hubo 105 nuevos contagios de Covid-19, y el 40% de ellos se había aplicado la vacuna. Estos números demuestran el incremento del ratio de positividad, del 0,1 al 0,3 por ciento. Actualmente hay 397 casos activos, con 51 personas hospitalizadas, de las cuales 24 están en situación grave con 18 conectadas a respiradores.
Aunque los datos no sean tan elevados, de todos modos preocupan al país de nueve millones de habitantes. Por esta razón, el nuevo primer ministro, Naftalí Benet, aprobó esta semana un refuerzo para controlar la cuarentena obligatoria de quienes regresan del extranjero sin vacunarse, así como también los controles en el aeropuerto internacional de Ben Gurión.
Pese a que a mediados de abril el tapabocas al aire libre había dejado de ser obligatorio, y desde el 15 de junio, en interiores, salvo algunas excepciones como aeropuertos, geriátricos e instituciones de bienestar social, el Gobierno israelí tomo la decisión de dar marcha atrás y reforzar los cuidados ante el aumento de contagios.
Desde el rebrote de coronavirus que ocurrió en dos escuelas de Modiin y Binyamina, el Ministerio de Sanidad recomendó el lunes de esta semana la vacunación para los menores de entre 12 y 15 años.
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