El nuevo avance del virus, vinculado su origen al aeropuerto de la ciudad de Naijing, se extendió a 17 de las 33 provincias del país asiático. La ciudad turística de Zangjiajie fue aislada por haberse extendido desde allí la enfermedad a otras cinco ciudades. El PC local castigará la neglicencia de funcionarios locales.
China entró en un estado de alerta máxima, tras un rebrote de coronavirus vinculado al aeropuerto internacional de Naijing, que se extendió al menos a 17 de las 33 provincias del país y que la Comisión Nacional de Salud (CNS) atribuyó este miércoles a la variante Delta.
Según las autoridades, este es el peor rebrote del virus desde que se inició la pandemia y agravó la situación epidemiológica con decenas de casos, lo que llevó al aislamiento de una ciudad entera y al castigo de sus autoridades.
La CNS informó que en la fecha fueron detectados 71 casos de coronavirus de transmisión local y que más de la mitad de ellos corresponden a la provincia deJiangsu, de la cual Nanjing es capital, a los que se suman25 casos de coronavirus de viajeros llegados del extranjero.
El martes, el Gobierno central ordenó realizar pruebas masivas en Wuhan luego de la aparición de tres contagios de circulación comunitaria, los primeros en 14 meses en esa ciudad central donde el virus se detectó por primera vez a nivel mundial, a fines de 2019.
Tras las pruenas, las autoridades locales dijeron que algunos de los tres casos sintomáticos y cuatro asintomáticos -que se cuentan por separado- tienen un alto grado de similitud con los descubiertos en Jiangsu, que son de la muy contagiosa variante Delta.
El cierre de Zangjiajie
Mientras tanto, otro foco de coronavirus asomaba en la ciudad de Zangjiajie, donde se ubica un parque nacional con altas montañas con cuevas, bosques y saltos de agua que inspiró la famosa película Avatar.
La ciudad había ordenado el domingo pasado el aislamiento de varias zonas residenciales, impidiendo que la gente saliera de sus casas.
En una nueva directiva, expedida este miércoles, las autoridades anunciaron que nadie podía salir de la ciudad, ya sea residente o turista, informó la agencia de noticias estatal Xinhua.
Por su parte, el comité disciplinario local del Partido Comunista emitió una lista de funcionarios de la ciudad que serán castigados por considerar que su negligencia en materia de prevención y control de la pandemia tuvo un «impacto negativo».
La ciudad solo ha registrado 19 casos desde la semana pasada, tres de ellos sin síntomas.
Sin embargo, el brote se extendió desdeZangjiajie a otras cinco provincias como mínimo, informó en su edición del miércoles el diario gubernamental Paper, de la ciudad de Shangai.
La semana pasada, el Gobierno anunció que suspendía la emisión de pasaportes para viajeros salvo en casos de necesidad urgente, y un funcionario de la Administración Nacional de Inmigración reiteró la orden en una conferencia de prensa en Beijing.
Las cifras del país
Desde que el brote inicial fue contenido a principios del año pasado, China ha estado virtualmente libre del virus gracias a estrictos controles fronterizos, así como confinamientos y testeos masivos con los que aplastó los varios focos que tuvo.
China lleva aplicadas más de 1.710 millones de vacunas contra el coronavirus a su población de 1.400 millones de habitantes.
No está claro cuántas de esas son primeras o segundas dosis, pero al menos el 40% de la población está plenamente protegida, según anuncios previos de las autoridades.
China acumula 4.636 muertes por el virus y más de 93.200 casos desde que la enfermedad fue detectada en Wuhan en diciembre de 2019.
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