Desoyendo la Ley nacional 26.987, un comerciante de El Soberbio decidió echar del trabajo a un bombero voluntario que debió faltar, para ayudar a sus compañeros de la Asociación local a apagar al menos ocho incendios que se desataron ayer desde primera hora de la madrugada.
Esa legislación establece: “La actividad del bombero voluntario deberá ser considerada por su empleador tanto público como privado como una carga pública, eximiendo al trabajador bombero voluntario de todo perjuicio económico, laboral o conceptual que se derivaran de sus inasistencias o llegadas tarde a causa del cumplimiento del servicio”.
Sin embargo, en este pequeño comercio soberbiano no la tuvieron en cuenta para este padre que mantiene solo a una niña que atraviesa una enfermedad y, ahora, quedó desempleado.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, vecinos y conocidos del bombero voluntario despedido de su trabajo contaron que ayer “fue a apagar un incendio y con un Whatsapp su jefe en el comercio le dijo que no fuera más y pagara una deuda que tenía por compras en el lugar. Los muchachos del cuartel juntaron algo entre todos, y saldaron la deuda pero la preocupación está en que tiene una niña pequeña enferma y ahora no tiene como mantenerla y tratarla”.
Ayer por la tarde, la comisión de la Asociación de Bomberos Voluntarios de El Soberbio esperaba tener un respiro de tantas salidas para apagar focos de incendios, para ver cómo ayudar a su integrante y analizar las medidas a tomar.
Hay quienes ya propusieron hacer para este fin de semana una venta de pollos o empanadas y fueron hasta la Municipalidad para pedir una ayuda para el bombero, que siguió prestando servicios y arriesgando su vida sin miramientos.
“Hubiese sido más comprensivo el comerciante y haber dado el día o descontárselo en lugar de haberlo echado en este momento. Esperemos que el negocio no precise de los bomberos por algún incendio”, se lamentaron los vecinos.
Crítica situación
En El Soberbio y otras localidades consideran que “estos incendios son la punta del iceberg y los bomberos no están dando abasto”. Desde las 5 de la mañana de ayer, sobre la ruta 13, kilómetro 13 apagaron restos de aserradero con tres dotaciones (incluyendo una de San Vicente). No hubo daños materiales ni víctimas pero hubo llamas altas e intensas que podrían haber provocado un incendio forestal. Cuando se aprestaban para salir a paraje El Yerbal -donde hubo un incendio que se descontroló el jueves por la tarde-, trabajó una dotación luego de ir a otro incendio en Cuatro Bocas.
Horas antes, en FM Guaraní, Fabián Kruszelnicki (jefe de Bomberos Voluntarios de El Soberbio) había dicho que “fue un día bastante complicado. En total fueron entre 30 y 40 hectáreas en 8 focos de incendio, todos por negligencia y personas irresponsables que realizan quemas. Hago un pedido a la comunidad para advertir que se están tomando medidas legales por las quemas. Quemar tu propia chacra para realizar una limpieza es una decisión personal, quemar o dañar la propiedad ajena del vecino o dañar el tendido eléctrico o del agua, no lo es”.
En ese contexto debió actuar el bombero despedido de su trabajo por priorizar su servicio comunitario.
Waldemar Laumann, presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios de Misiones reveló ayer en FM 89.3 Santa María de las Misiones que “en 10 días tuvimos 297 intervenciones contabilizadas hasta el viernes 13 de agosto”.
“El agravante es la sequía que se viene cada vez peor. Después, los recursos hídricos que van desapareciendo y las heladas que hicieron el trabajo final, dejando todo el material vegetal como combustible vegetal propenso a incendiarse. Y en todos lados hemos detectado la mano del hombre como el iniciador de los focos ígneos, que en muchos casos usan fuego como herramienta de limpieza de las tierras, siendo un problema cultural grave, porque no debemos usarlo para quemar basura. Hoy está prohibido y parece que con las multas no alcanza para que la gente tome conciencia sobre la gravedad del tema”, se lamentó.
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