Un hombre de 30 años, que cumplía condena por violar a su hijastra de cinco años, fue asesinado este domingo en la cárcel de Peco, en la ciudad brasileña de Cruzeiro do Oeste. El mismo fue encontrado en su celda con sus genitales en la boca.
Un hombre de 30 años, que cumplía condena por violar a su hijastra de cinco años, fue asesinado el pasado domingo en la cárcel de Peco, en la ciudad brasileña de Cruzeiro do Oeste. El mismo fue encontrado en su celda con sus genitales en la boca.
le arrancaron el corazón a un violador
Según informa el rotativo Daily Star, Alex Sandro de Souza Mota fue encontrado muerto en su celda con el pene cortado y colocado dentro de su boca.
Además, los autores del asesinato le cortaron el corazón y se lo extrajeron. . El órgano vital fue encontrado por la autoridades policiales en el cubo de la basura.
Un cepillo de dientes afilado, el arma homicida
El hombre fue apuñalado en el cuello con un cepillo de dientes afilado que fue encontrado junto al cuerpo sin vida.
La policía brasileña ha identificado a los tres presos implicados en el homicidio. Los detenidos tienen entre 22 y 31 años. Uno de ellos apuñaló al preso y los otros dos mutilaron el cuerpo.
Uno de los implicados, que compartía celda con el fallecido, confesó el crimen y, lo justificó asegurando que obedecía las órdenes de unas voces en su cabeza.
El responsable de la investigación del crimen, Izaías Cordeiro de Lima, relató el suceso: «En la celda de Peco, uno de los detenidos asestó el primer golpe en el cuello de la víctima, acabó provocando una hemorragia y se dio cuenta de que posiblemente había matado a la víctima».
«Después de eso, acostó a la víctima en una cama y comenzó a hacer algunos cortes para extraer el corazón y también le quitó el pene, poniéndolo en la boca de la víctima. Según el verdugo, escuchó voces que le decían cómo debía proceder y dónde cortar», explicó.
Incesto, crimen y conmoción en Brasil: cinco varones violaron a una nena indígena de 11 años y la tiraron desde un acantilado
El hecho ocurrió en el estado de Mato Grosso do Sul. El cuerpo de la víctima fue encontrado entre las rocas de una zona rural y los asesinos confirmaron el hecho.
El cuerpo de Raissa da Silva Cabreira, una nena indígena de 11 años de la etnia Guaraní Kaiowá fue encontrado este lunes entre las rocas de una antigua cantera en una zona rural de Dourados, municipio del estado de Mato Grosso do Sul, y los detalles del crimen estremecieron a los brasileños: la pequeña fue arrojada por un acantilado tras haber sido violada por tres adolescentes y dos adultos, entre ellos uno de sus tíos.
En su testimonio, los acusados dijeron que primero obligaron a la nena a ingerir una bebida alcohólica, la golpearon y la llevaron a una cantera cercana a la aldea Bororo, en donde residía con sus familiares. Según dijo la policía, los cuatro habían acordado llevarla al acantilado y violarla.
El tío de la menor afirmó que llegó al lugar del crimen cuando la menor ya sufría los abusos, por los que llegó a perder la conciencia, y que también participó en la violación.
“El tío, que salió a buscarla, la encontró al escuchar los gritos y, en lugar de interrumpir la violación, decidió participar de los abusos”, relató Erasmo Cubas, comisario de la Policía Civil y responsable por la investigación.
El tío, identificado como Elinho Arévalo, de 34 años, confesó que ya había violado a su sobrina en ocasiones anteriores desde que tenía 6 años. Según el sitio ND+, el hombre incluso acudió a la comisaría para preguntar cómo iba la investigación para detener a los delincuentes.
Los asesinos confesos agregaron que, tras la violación colectiva, arrojaron a la nena desde lo alto del acantilado, que tiene cerca de 20 metros de altura, porque recuperó la conciencia y comenzó a gritar desesperadamente y los amenazó con denunciar todo lo ocurrido a los caciques de la aldea.
“Encontramos el cuerpo luego de que los líderes de la aldea nos avisaran de su desaparición. Ellos nos señalaron a los adolescentes que estaban inicialmente con la niña en la aldea y que la obligaron a ingerir la bebida alcohólica y, por medio de ellos, conseguimos identificar a todos los involucrados”, dijo Cubas.
Según el comisario, los cinco detenidos serán acusados formalmente de los delitos de homicidio doblemente calificado por femicidio y por el intento de ocultar otro crimen, así como de violación de menor de edad.
Los Guaraní y los Kaiowá constituyen el segundo mayor pueblo indígena de Brasil, con cerca de 50.000 personas, que se concentran en el estado de Mato Grosso do Sul, y son una de las etnias más afectadas por la pérdida de sus territorios originales.
La líder indígena Sonia Guajajara lamentó en sus redes sociales el feminicidio y exigió Justicia. “Paren de matar los cuerpos y el futuro de nuestras niñas y jóvenes”, pidió la activista, que recordó el crimen de otra joven indígena la semana anterior, Daiane Girá Sales, que fue encontrada muerta en una plantación con señales de haber sufrido un ataque sexual.
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FUENTE: MARCA