No está definido aún si mantendrá el nombre del Plan anterior. El monto será superior al original de $10.000.
Luego del cimbronazo en las urnas del domingo pasado, el Gobierno lanza un paquete de estímulo y asistencia a los hogares para sortear la actual situación de pandemia que ralentiza la recuperación económica. En ese paquete se destaca la vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), un bono que cobraron los hogares durante la primera ola de contagios y en medio del aislamiento total de la población, lo que permitió contener la situación de 8,9 millones de hogares. Dado que muchas personas lograron recuperar su actividad, este nuevo auxilio, cuyo nombre todavía no está definido, alcanzaría a entre 2 y 3 millones de hogares. «Estamos trabajando en identificar los hogares con problemas», confirmaron a este medio fuentes oficiales.
En febrero había circulado esa posibilidad en caso de que la vacunación se retrasara. Sin embargo, la inoculación de la población se aceleró y se mantuvo a buen ritmo y el Gobierno dejó de lado la iniciativa. Sin embargo, el resultado de las urnas reveló el descontento de un sector que todavía no logró insertarse en un empleo, principalmente por alto grado de informalidad de la economía, en un contexto de lenta recuperación de la actividad frente a una pandemia que no se detiene. En en ese momento se estimaba llegar a un 20 por ciento del universo original de casi 9 millones de beneficiarios.
El IFE nació para paliar los efectos de la pandemia y de las restricciones a las circulación para evitar los contagios, pero todavía hay gran cantidad de hogares que no recuperaron su fuente de trabajo, debido al alto grado de informalidad estructural de la economía. Fue el buque insignia de todos los planes que creó el Gobierno para combatir con un pago de 10.000 pesos, que sería el nuevo piso para la ayuda que lanzaría el Gobierno el próximo jueves.
En abril el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, garantizó que desde el Gobierno continuarán las políticas de asistencias social «focalizadas» y «sostenibles en el tiempo» con el objetivo de reducir el impacto de la pandemia del coronavirus y las distintas restricciones para disminuir la cantidad de contagios en la economía local. Y no descartó la posibilidad de la vuelta al IFE. Varios dirigentes sociales reclamaron en los últimos días la vuelta del IFE y ahora lo hicieron las urnas.
Si bien no hay precisiones de los nuevos criterios sobre los que se hará la asignación del IFE, se mantendrán los criterios básicos originales y algunos requisitos:
A quienes alcanzaría:
Trabajadores y trabajadoras informales.
Trabajadores y trabajadoras de casas particulares.
Monotributistas sociales.
Monotributistas de las categorías A y B.
Cuáles serían los requisitos:
Ser argentino nativo o naturalizado y residente, con una residencia legal en el país no inferior a 2 años.
Tener entre 18 y 65 años de edad.
Que el titular o su grupo familiar no tenga ingresos provenientes de un trabajo en relación de dependencia en el sector público o privado.
No ser monotributista de categoría C o superior, o del régimen de autónomos.
No recibir una prestación de desempleo.
No percibir jubilaciones, pensiones o retiros contributivos o no contributivos nacionales, provinciales, municipales o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
No percibir planes sociales, salario social complementario, Hacemos Futuro, Potenciar Trabajo u otros programas sociales nacionales, provinciales o municipales.
El IFE es compatible con el cobro de la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo y el programa Progresar.
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