El hombre oriundo de Puerto Iguazú cuyo paradero se desconocía desde hacía una semana, fue hallado sin vida en la orilla de la costa paraguaya, aguas arriba de la localidad de Montecarlo. Para la Justicia del vecino país que interviene en la investigación, no caben dudas que Ezequiel Amaru Müller (33) tuvo una muerte violenta. Las marcas que tenía el cuerpo lo confirmaron.
El pasado día 20, su madre se presentó en la comisaría Primera UR-V, para denunciar que había perdido contacto con su hijo. Indicó que lo último que supo era que se había ido a Montecarlo. El alerta fue emitido a la Unidad Regional III, donde también comenzaron las averiguaciones para intentar encontrarlo.
Pero fue desde el Paraguay, donde la policía tuvo datos certeros acerca de Müller. Las autoridades informaron que el domingo por la tarde, un pescador de la zona de Colonia San Lorenzo había hallado un cuerpo flotando cerca de la orilla. Supieron la identidad porque en un bolsillo tenía el DNI. Tras contactarse con sus pares argentinos, informaron a la familia del fallecido. Ya con orden judicial y debido a las dificultades por el cierre de las fronteras, el reconocimiento del cuerpo se llevó a cabo a través de fotos de tatuajes enviados por Whatsapp.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con Fidel Walter Castro Bogarin, fiscal zonal de Mayor Otaño (Paraguay) quien confirmó que el cuerpo de Müller tenía dos heridas punzo cortantes de tres centímetros de largo en el lado derecho de la espalda, cerca de la columna. Presumen que se trató de un ataque con arma blanca que afectó pulmón y otros órganos, hecho que le produjo un shock hipovolémico, es decir desangramiento.
El fiscal señaló además que tenía una marca alrededor del cuello, que se habría producido con una prenda similar a una bufanda que el hombre llevaba puesta y por acción de descomposición del cuerpo. Descartaron que fuera ahorcado. A este respecto Castro Bogarin señaló que estimaron la data de muerte en unos cinco días aproximadamente.
En base a las averiguaciones, los investigadores del vecino país indicaron que entre el martes y el miércoles de la semana pasada el hombre había sido visto en compañía de otro por la zona de la localidad de Carlos Antonio López, por lo que presume que Müller cruzó por un paso clandestino, fue asesinado en Paraguay y su cuerpo arrojado al río, señaló el fiscal. Aún no hay una hipótesis firme para determinar por qué fue atacado.
Por otra parte, el representante del ministerio público fiscal señaló que en el Paraguay, cuando a simple vista puede determinarse la causa de muerte de una persona, el cuerpo no es sometido a autopsia, tal como fue con Müller.
Acerca de la repatriación del cuerpo indicó que el trámite quedó a cargo de autoridades consulares al aún estar cerrada la frontera con Argentina. También, debido al estado de descomposición y al no poseer una morgue forense en la zona, decidieron cubrir el cadáver, colocarlo en un ataúd y enterrarlo en el cementerio local, a la espera de la finalización de los trámites para repatriar sus restos.
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