El Frente renovador salió a la conquista de votos de todos los espacios políticos y sociales, esta semana un grupo de dirigentes del radicalismo se reunieron con altos operadores renovadores; los diálogos incluyen a sectores gremiales, del PJ y de otros espacios políticos y religiosos como así también con entidades intermedias. La idea es sumar todos los medianos y pequeños nichos de votantes, la idea es recuperar sumar y restar votos a los demás espacios políticos y así lograr sacar la mayor diferencia en las elecciones legislativas del `próximo 14 de noviembre.
Por el lado de Juntos por el Cambio es evidente el esfuerzo que hacen en tratar de mostrar la unidad, que muchos referentes del mismo espacio señalan que es ficticia, con un discurso ante la militancia, como no puede ser de otra manera, y jugar de otra forma o hacer la plancha como lo están haciendo algunos radicales pichados y dirigentes y ex candidatos del PRO, que acostumbrados a ser los que dirigían las acciones políticamente durante la presidencia de Mauricio Macri, y hoy les toca el rol de acompañar, situación en la que no se sienten cómodos, ni a gusto. No los motiva ni los mueve al trabajo político, porque ni siquiera están en la lista y además, un triunfo del racial Martín Arjol, coloca al radicalismo en la primera línea de las candidaturas a gobernador y cargos legislativos en el 2023.
El Frente De Todos aparece cada vez más desorientado en la campaña política cargando con el contrapeso de la diputada nacional la camporista Cristina Brítez, y del diputado Martín Sereno, en una interna que no termino de cerrar filas y que al igual que en JxC tienen un discurso para la militancia y en la práctica hacen lo contrario. En el caso de los de la ultra derecha y libertarios al igual que gran parte de la oposición se están quedando sin argumentos porque la pandemia esa cediendo y los buenos resultados con la caída de contagios y muertos no les da mucha letra y se tienen que prenderse de pequeños escandalitos, que dan origen los funcionarios del gobierno nacional encabezado por el presidente Alberto Fernández, agrandados mediáticamente para tratar de mantener a un sector del electorado desencantado, defraudado y con los odios hacia los gobernantes vigentes. Y el frente de izquierda ignorado mediáticamente.
El Frente Renovador, algunos observan desde dentro del oficialismo que algunos funcionarios, por serlo, creen que no les comprende las generales de la ley y que tienen que militar y buscar votos y siguen durmiendo la siesta al igual que en las PASO. Más allá de esta cuestión interna el gobernador misionero Oscar herrera Ahuad, tomó la iniciativa política y que se convirtió en spot de campaña, el de mostrarse demandante de soluciones ante el gobierno nacional reclamando por la apertura de los pasos fronterizos, la zona aduanera especial para Misiones, y el reclamo de cifras millonarias como lo son las compensaciones por la baja coparticipación que recibe la provincia en relación a otras con menor población y recaudación, reclamos en obras públicas, fondos por la contribución al cambio climático entre otras cuestiones que fueron reflejados espaciadamente y de a uno en uno en los titulares de los diarios provinciales estableciendo la agenda electoral provincial, sacándole el discurso de campaña al arco opositor y marcando diferencias y distancia con el gobierno nacional; creando la sensación de que si están reclamando y reclamando es porque no son parte del gobierno nacional ni aliados. Es decir siguiendo el discurso de que dese el F.R. defienden los intereses de los misioneros.
Juntos por el Cambio, prefiere nacionalizar la campaña pegada a la estrategia nacional con algunas referencias provinciales, realizando los mismos reclamos que la provincia y solicitando la reducción de impuestos provinciales.
A Martín Arjol se lo ve muy solo, salvo con el acompañamiento esporádico del peronista Pedro Puerta, de activar acompañando a su candidata la obereña Florencia Klipauka Lewtak, y el también obereño Cristian Klingbeil. La ausencia de ex candidatos del PRO en la lista es un espacio que no se puede llenar solamente con algunas caminatas territoriales y esto preocupa a JxC. La estrategia es seguir la estrategia electoral nacional respaldada en los medios afines al macrismo y el periodismo militante a favor de JxC, no prometer ni hablar mucho, solo criticar al gobierno nacional por el manejo de la pandemia y la economía; siguiendo los lineamientos de la campaña vía redes sociales con denuncias y noticias falsas.
Cada cual tiene una agenda que está señalando cual será el camino que seguirán luego que asuman el 10 de diciembre; unos la agenda provincial y los otros la agenda nacional.