Un compuesto parece ser eficaz tanto si se toma como protección antes de la infección como si se trata de un tratamiento después de contraer el virus.
El dengue afecta a decenas de millones de personas cada año y produce los brutales síntomas que le valen el apelativo de «fiebre rompehuesos» pero, según una nueva investigación, se podría haber encontrado el primer tratamiento contra este virus.
Según un estudio publicado el miércoles 6 de octubre en la revista Nature, las pruebas realizadas en cultivos celulares y ratones revelaron que un compuesto recientemente identificado puede desactivar eficazmente el virus, impidiendo que se replique y previniendo la enfermedad
Parece ser eficaz tanto si se toma como protección antes de la infección como si se trata de un tratamiento después de contraer el virus. Scott Biering y Eva Harris, de la Escuela de Salud Pública de la universidad de California en Berkeley, indicaron que significa un avance importante en la lucha contra el dengue.
El virus del dengue, transmitido por mosquitos, infecta como mínimo a 98 millones de personas por año y es endémico en 128 países. Además puede causar síntomas intensos parecidos a los de la gripe y puede ser mortal.
Hay cuatro cepas diferentes del virus, con lo cual la infección con una no protege contra otra, y contraer el dengue por segunda vez suele ser más grave.
Hasta ahora no existe ningún tratamiento, y los esfuerzos se centran en reducir su transmisión, incluyendo un programa que infecta a los mosquitos con una bacteria resistente a la enfermedad.
Una vacuna llamada Dengvaxia está aprobada para su uso sólo en algunos países y es eficaz contra una sola cepa.
El compuesto JNJ-A07 se encontró tras examinar miles de posibles candidatos, en un proceso que el investigador Johan Neyts describió como «buscar una aguja en un pajar».
Pero la espera mereció la pena. Su efecto «en animales infectados no tiene precedentes«, destacó Neyts, que ayudó a dirigir la investigación. «Incluso si el tratamiento se inicia en el momento de máxima replicación del virus, hay una importante actividad antiviral«, añadió este profesor de virología de la Universidad de Lovaina (Bélgica).
El JNJ-A07 actúa sobre la interacción entre dos proteínas del virus del dengue que son clave para su replicación.
Dicho virus puede evolucionar rápidamente, por lo que el equipo también examinó cómo se comportaría el JNJ-A07 si el dengue mutara. «En el laboratorio, en células infectadas, tardamos casi medio año en obtener una resistencia importante (al tratamiento)«, indicó y siguió: «Dado que la barrera a la resistencia es tan alta, es muy poco probable que esto suponga un problema clínico«.
Curiosamente, las mutaciones que provocaron la resistencia también parecían hacer que este fuera incapaz de replicarse en las células de los mosquitos.
Esto podría sugerir que, aunque el virus desarrolle resistencia al tratamiento con JNJ-A07, dejaría de ser transmisible a través de los mosquitos, llegando efectivamente a un punto muerto en su huésped.
El científico jefe de Johnson & Johnson, Paul Stoffels, dijo que el trabajo tiene «un tremendo potencial de transformar la lucha mundial contra esta amenaza pública significativa y creciente«.
Admitió que quedan dudas por responder, como si el compuesto aumenta la posibilidad de sufrir una reinfección.
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