La Municipalidad obereña dio a conocer los resultados del Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aegypti (LIRAa), que expone una situación de alto riesgo de transmisión del dengue en la ciudad.
“Necesitamos que nos ayuden para dar a conocer estos resultados. Los sistemas de vigilancia y monitoreo, nos permiten hacer foco en los lugares donde se encuentran los índices más altos” explicó Herbert Castellanos, director de Saneamiento Ambiental de Oberá.
Se visitaron 1.373 residencias y 99 terrenos baldíos en lugares y barrios estratégicos. Las muestras de larvas se utilizaron para establecer el Índice Breteau (IB) el que indica la situación de riesgo para la transmisión del dengue. El valor estimado es de 10,45, considerado alto riesgo. En octubre del 2020 había sido de 2,92. Los resultados son fruto del trabajo en conjunto entre Departamento de Zoonosis y Control de Vectores, Centro de Salud Animal, Departamento de Atención Temprana, Dirección de Turismo, Dirección de Saneamiento Ambiental dependiente de la Sub Secretaría de Atención Primaria del Ministerio de Salud Pública de la provincia, Promotoras de Salud de la Dirección Zona Centro Uruguay y el Instituto de Control de Vectores de Posadas.
«Todavía no tenemos circulación en Oberá ni en municipios cercanos, entonces tenemos esa tranquilidad, pero no hay que dormirse, hay que estar activos, evitar que el índice quede en este nivel que es muy alto. Hay muchos recipientes en la ciudad, faltan muchos cuidados, son análisis hechos en residencias particulares. Por eso rogamos que una vez por semana hagan la limpieza necesaria en sus propiedades” expresó la bióloga Alejandra Araki, del departamento de zoonosis y control de vectores.
Sobre las diferencias entre ambos períodos, la profesional estimó que el impacto de la campaña de concientización luego del brote del 2019, pudo haber sido un factor, “además el clima ayudó ya que el año pasado no tuvimos tantas lluvias, ahora venimos de una etapa de muchas lluvias y si bien se dice que hasta enero no van a abundar las precipitaciones, cambiará en febrero, por eso no debemos bajar los brazos y tratar de incorporar el hábito de la limpieza periódica de los terrenos. El sellado de tanques es importante, las piscinas que no tienen tratamiento adecuado en invierno, las piscinas de lona que se utilizan como reservorios de agua, baldes, botellas, todo lo que pueda convertirse en criadero” detalló.
En cuanto a cuáles son los barrios más complicados, Araki dijo uno es el Ecológico, donde se empezará a trabajar de inmediato, luego el San Miguel, sin embargo manifestó que “la mayoría de los barrios tuvieron manzanas positivas”.
Por su parte Francisco Penz, médico veterinario del sector recordó que las acciones son las mismas, lo principal es el control de focos de criaderos, debemos “volver a recordar a los vecinos que tienen que eliminar criaderos para evitar un brote de la enfermedad. Ver potenciales criaderos, recipientes donde puede quedar agua cuando llueve, aprovechemos que no hay circulación y trabajemos para reducir la población de mosquitos”.
Además “se debe tener en cuenta que muchas personas ya se enfermaron de dengue, y si alguna de ellas se enferma con un serotipo diferente puede ser mortal. Trabajemos activamente para eliminar criaderos, debemos hacerlo una vez por semana” remarcó.