Sigue sin ser posible ingresar a Brasil por las fronteras terrestres, salvo para aquellos que habitan en ciudades limítrofes y quieran visitar a sus pares del otro lado de la frontera. Ir más allá sigue siendo motivo de multas. Por ahora, a las playas, solo se podría ir en avión desde Buenos Aires o Córdoba.
Se acercan las vacaciones de verano y muchos misioneros están haciendo los cálculos domésticos para ver a dónde permite el bolsillo tomar el merecido descanso. Pero este año además de la billetera habrá que tener en cuenta las reglas de viaje que impuso la pandemia en todo el mundo y que por ahora a pesar de las flexibilizaciones en marcha, aún siguen firmes en algunos destinos turísticos.
Y uno de los destinos que muchos misioneros eligen para las vacaciones de verano son las playas del sur de Brasil a las que por ahora sólo se puede viajar en avión partiendo desde Buenos Aires o Córdoba, porque todavía se encuentra vigente una ordenanza del gobierno brasilero que prohíbe el cruce en auto o en ómnibus por todas las fronteras terrestres del país.
Aunque esa prohibición tiene excepciones, de un lado para los misioneros que viven en Puerto Iguazú o Bernardo de Irigoyen que pueden cruzar la frontera pero no pueden ir más allá de las ciudades vecinas, y para los ciudadanos del Paraguay con quienes tienen las fronteras abiertas. Aventurarse a ir más allá de las ciudades limírofes, o a ingresar a Brasil a través de otros países por tierra es correr el riesgo de recibir severas multas, informaron fuentes diplomáticas del vecino país.
Esto significa que actualmente no es posible realizar un viaje en auto o en colectivo por ejemplo desde Posadas hasta Capao da Canoa, Camboriú, Bombihas o Florianopolis que son algunas de las playas elegidas todos los veranos por los misioneros amantes del mar cálido, arenas limpias y ritmo de samba del sur de Brasil.
El motivo del impedimento está contenido en la ordenanza número 658 del gobierno federal de Brasil que entró en vigencia el pasado 5 de octubre, a los pocos días de la apertura del puente Tancredo Neves que comunica Puerto Iguazu con Foz do Iguazu. Esa reglamentación oficial “prohíbe el ingreso al país -es decir a Brasil- de extranjeros, de cualquier nacionalidad, por carreteras o cualquier otro medio terrestre”.
“El gobierno brasileño está estudiando el tema pero por ahora no hay una fecha precisa para anunciar sobre cuándo se levantará esa restricción en la frontera terrestre” explicaron a El Territorio fuentes oficiales del gobierno que conduce Jair Bolsonaro.
Debido a esa disposición oficial del gobierno brasilero, tanto en el puente Tancredo Neves como en la frontera seca de Bernardo de Irigoyen que son los dos pasos habilitados con Brasil como corredores seguros en la provincia de Misiones, el cruce de argentinos se limita a la ciudad vecina, es decir a los límites de Foz do Iguazú y de Dionisio Cerqueira que son las poblaciones lindantes del lado brasilero.
La situación es diferente para el caso de brasileños que ingresen a nuestro país por esos pasos fronterizos de Misiones y que no están impedidos de circular hasta Buenos Aires o hasta cualquier otro punto del país si así lo desean. Y pueden hacerlo en forma terrestre o también en avión.
Según explicaron a El Territorio desde Aerolíneas Argentinas en este momento hay vuelos operativos que conectan Argentina con Brasil. Se trata de frecuencias semanales que salen desde los aeropuertos de Córdoba y Buenos Aires con destino a Río de Janeiro y San Pablo. Y desde enero se sumarán vuelos que conectarán también con los destinos de Florianópolis, Porto Alegre y Salvador de Bahia.
En este contexto al día de hoy si algún misionero desea disfrutar unos días bajo el sol de las playas de Río de Janeiro, para llegar a ese destino deberá venir hasta Buenos Aires para tomar un vuelo con destino al aeropuerto carioca de Antonio Carlos Jobim más conocido como de Galeao.
Finalmente otra cuestión llamativa de las disposiciones impuestas por Brasil para ingresar a su territorio es que debe ser uno de los pocos países del mundo, quizá el único, que no pide esquema completo de vacunación a los extranjeros que vengan en avión a su territorio. “Sólo es necesario contar con un PCR negativo de las 72 horas antes del embarque al vuelo y rellenar un formulario de declaración jurada de salud del viajero. No se pide certificado de vacunación y tampoco ningún tipo de cuarentena” explicaron desde el gobierno brasilero.
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