Josías Pedrozo (14) asiste a la Epet N° 20 de San Pedro y a diario caminaba por más de una hora para llegar a la escuela. Sueña con seguir una carrera tecnológica.
Cuando muchos ponen excusas, Josías Pedrozo (14), que cursa el segundo B en la Epet Nº 20 de San Pedro, le pone voluntad y piernas para finalizar el nivel medio, convencido de que la educación es el mejor camino para un futuro mejor. Motivado por su familia, diariamente recorre más de quince kilómetros, desde su casa en Puerto Argentino I hasta la escuela. Por su persistencia, interés y compromiso recibió el reconocimiento de sus profesores, que le regalaron una bicicleta.
Josías es un vivo ejemplo de superación diaria cuando se trata de ir en busca de un mejor porvenir; hijo de padres laburadores de la chacra, se esfuerza todos los días para finalizar el secundario.
Para quien asiste a una escuela técnica con jornada de doble turno, la situación entre ir y venir se complejiza; sin embargo, no se rinde ante los desafíos, incluso los que tuvo que superar con la pandemia viviendo en una zona donde la señal de telefonía móvil es precaria. No cuentan con señal de internet móvil pero con gran esfuerzo su familia contrató el año pasado un servicio de internet inalámbrico, que fue útil por un tiempo pero luego resultó un mal servicio.
Por lo que, con las condiciones de acceso a la comunicación desfavorable, la vuelta a la presencialidad significó un alivio, de no ser por los kilómetros que debía recorrer a fin de cumplir su sueño. Desde inicio del ciclo lectivo, excepto los días de lluvia, cuando su padre le acerca a la escuela, el alumno demostró su compromiso y responsabilidad, con buen rendimiento académico y asistencia regular.
Debido a los altos costos del combustible, a esta familia se le hacía muy difícil llevar todos los días a Josías a la escuela.
A las 5 de la mañana salía a diario de su casa rumbo a la establecimiento, con esa mochila que más que útiles carga esperanza. “Venir a la escuela es un esfuerzo que hago para tener un futuro mejor, gracias a mi papá que me motiva y me ayuda con todo lo que está a su alcance para que siga estudiando”, señaló el adolescente.
Es importante remarcar el esfuerzo de sus padres Mauricio y Ángela, quienes entienden y apoyan a su hijo, dando valor a la educación cuando en otras familias la escolaridad apenas llega a la primaria y luego ese alumno debe abandonar la escuela para ayudar en la chacra.
Si bien no tiene definida una profesión a seguir, se inclina por el mundo de la tecnología, robótica e ingeniería, tendencias que lo llevan a estudiar en una escuela técnica.
“Me gusta mucho todo lo relacionado a la electricidad, la tecnología, en la escuela me gustan mucho los talleres. Mi sueño es terminar la secundaria y si es posible seguir robótica. Este año me fue bastante bien y con la ayuda de los profesores, de seguro seguiré para adelante”, aseguró el ejemplar adolescente que tiene la suerte de contar con su abuela, quien vive en la zona urbana y lo recibe al mediodía para que tenga tiempo de llegar al turno tarde.
Desde esta semana, el tiempo para llegar a la escuela se acortó, no así el esfuerzo, porque los caminos terrados, con cerros pronunciados, que lo obligan a bajarse de la bici por unos metros, demandan mucha energía, nada que Josías no pueda librar. “En bici demoro unos 45 minutos para llegar, caminando tenía que hacer una hora y media. Estoy muy contento con el gesto de la escuela en hacerme entrega de esta bici, que me es muy útil, muy agradecido con ellos”, reconoció Josías, que tiene cuatro hermanos.
La iniciativa por parte de los profesores y directivos se originó justamente al notar el sacrificio del alumno, que pese a ese reto diario presenta asistencia casi perfecta y buen rendimiento académico, siendo además un ejemplo para sus compañeros. Entre el equipamiento la escuela contaba con una bicicleta, a la que le eran necesario algunas reparaciones, por lo que los profesores reunieron los recursos para ponerla en condiciones y el pasado viernes, se la entregaron.
En ese sentido, la profesora Mariela Ávalos, directora a cargo de la Epet Nº 20, señaló: “Conociendo el contexto del alumno, decidimos premiarlo a manera de garantizar la continuidad escolar, más tratándose de una escuela con doble turno, y también para que este incentivo alcance al resto del alumnado, para que vean que la constancia y el esmero que ponen en la práctica diaria para alcanzar los contenidos es valorado por la institución”.
La situación de Josías puede ser similar a la de otros alumnos que carecen de servicio de transporte urbano público y no tienen recursos para movilizarse hasta la escuela por cuenta propia o no cuentan con acceso a internet, o dispositivos para adentrase en el mundo de las tecnologías.
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