Con el inicio de la ronda de testigos -40 en total convocados-, este martes 30 de noviembre, proseguirá en el Oberá Tenis Club el juicio oral y público por el brutal homicidio de Hugo Wasyluk (28 años), ocurrido el 26 de abril de 2011, tras su detención en la comisaría de Villa Bonita.
Con el inicio de la ronda de testigos -40 en total convocados-, este martes 30 de noviembre, proseguirá en el Oberá Tenis Club el juicio oral y público por el brutal homicidio (tortura seguida de muerte), del jornalero, Hugo Miguel Wasyluk (28 años), ocurrido el 26 de abril de 2011, tras su detención en la comisaría de Villa Bonita.
Wasyluk fue detenido el 25 de abril, a alrededor de las 21:00 horas, mientras caminaban por la ruta provincial 103, tras la denuncia que presentó su hermana Ana, por ocasionar desorden en estado de ebriedad en su vivienda.
El ensañamiento de los policía con el detenido comenzó “desde el vamos”, a tal punto que desde el móvil policial– conducido por el sargento Pedro De Mattos-, el joven fue derribado con el golpe de la puerta de la camioneta en marcha. La patrulla estaba integrada además por el ex agente Ricardo Javier Rodríguez y el ex cabo Carlos Antonio Gómez.
Ahí empezó el calvario de Hugo, que derivó en una terrible agonía y muerte, unas 26 horas después en la seccional primera de Oberá, clamando por asistencia médica y por su madre, tal vez como último deseo de vida.
Mientras Hugo Wasyluk se debatía entre la vida y la muerte, abandonado en una celda de la comisaría primera, se tejían una serie de encubrimientos y “pases de factura” entre los policías de Villa Bonita y de Oberá, desde la superioridad hasta los subalternos.
Wasyluk fue sometido a un feroz castigo durante unos 40 minutos. Desde su aprehensión en la ruta provincial 103, hasta su traslado a la comisaría de Villa Bonita y luego hasta la seccional primera de Oberá.
La imputación de requerimiento de elevación a juicio del expediente efectuado por la Fiscalía tiene trece policías sentados en el banquillo de los acusados. Tres de ellos; acusados de los delitos de “tortura seguida de muerte”, dos por “omisión de denuncia” y ocho –incluido el médico policial-, por “incumplimiento de deberes de funcionario público”.
Sólo dos de los trece policías –doce hombres y una mujer-, imputados en el homicidio de Hugo Miguel Wasyluk, brindaron testimoniales el jueves en la segunda jornada de debate del juicio oral y público que se lleva a cabo en Oberá, para esclarecer el caso.
Durante la audiencia declararon el ex jefe de la seccional primera de Oberá, Miguel Ángel Espíndola y la oficial de servicio; Roxana Andrea Harasimezuk, quién estaba a cargo de la guardia de aquella comisaría entre el 25 y el 26 de abril de 2011, cuando Wasyluk fue detenido y donde falleció.
Ambos policías intentaron desvincularse acerca del estado de salud de la víctima, producto de las graves lesiones recibidas en las golpizas. “Me confié en el certificado médico, me confié en los que decía la autopsia y me confié que pasó por el hospital”, dijo Espíndola.
El ex jefe policial dijo desconocer “la situación de salud en la que estaba Hugo”, al igual que la oficial Harasimezuk, quién también negó saber si el detenido, estaba herido de muerte y pedía asistencia médica, durante las 27 horas de detención en la seccional primera, proveniente la comisaría de Villa Bonita, donde originariamente Wasyluk fue arrestado.
Los demás policías involucrados se abstuvieron de declarar en esta ocasión, por consejo de sus abogados defensores.
Por otra parte, los jueces del Tribunal Penal de Oberá, accedieron al pedido de la querella y dispuso que serán exhibidos el material fílmico y las fotografías –una sola vez durante el debate- del cuerpo de Hugo Miguel Wasyluk (38 años), momento después de su muerte y de la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense de la Provincia. El cadáver presentaba “múltiples lesiones traumáticas en distintas partes del cuerpo, con hundimiento del tórax por compresión, desgarro de arterias, lo que le provocó un shock hipovolémico y asfixia por aspiración de líquido intestinal”.
Pruebas claves
Los abogados querellantes, Rafael Pereyra Pigerl y Vanela Vignolles, solicitaron al Tribual la exhibición de dichas imágenes y fotografías durante el desarrollo del juicio, con el objetivo de «mostrar la real dimensión de la violencia ejercida por los policías a partir de las marcas de los golpes en el cuerpo de Hugo», y además, «generar conciencia social sobre estas graves violaciones a los derechos humanos».
Dicho pedido fue acompañado por la fiscal subrogante, Myriam Silke. «Es por mandato de la madre que considera que es una forma de que su hijo esté presente en el debate, es la víctima, por eso estimamos que si es un deseo de la familia es oportuno que se haga lugar», argumentó la representante del Ministerio Público Fiscal.
Ante ello, el Tribunal accedió por “una sola vez”, en fecha a designar la presentación del material fílmico y fotográfico.
“Tortura seguida de muerte”
Trece policías de la Provincia son juzgados por los delitos de “tortura seguida de muerte, omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Están sentados en el banquillo de los acusados; Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez, Ricardo Javier Rodríguez, Jorge Antonio Heijo, Wilson Ricardo González, Miguel Ángel Espíndola, Hugo Ariel Basaraba, Carlos Ariel Lentini, Roxana Andrea Harasimezuk, Alejandro Fabián Núñez, Luis Alberto Silva, Gustavo Javier Fontana y José Orlando Morales.
Los ex policías, Pedro Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez, son los más comprometidos en la causa, pesa sobre ellos el delito de ”tortura seguida de muerte”, pena que prevé la prisión perpetua.
Dos policías están acusados del delito de “omisión de denuncia”, en tanto que los ocho restantes –incluido el ex médico legista José Orlando Morales- están imputados bajo los cargos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
El Tribunal Penal Uno de Oberá está integrado por Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Erasmo Villalba.