Este miércoles era el día en el que se iban a actualizar los tributos. Sin embargo, a través de un decreto, el Poder Ejecutivo decidió aplazarlo hasta marzo de 2022 a la espera de que se aprueba la ley de Hidrocarburos.
“Establécese que los incrementos en los montos de impuesto fijados en el primer párrafo del artículo 4°, en el inciso d) del primer párrafo del artículo 7° y en el primer párrafo del artículo 11, todos ellos del Título III de la Ley N° 23.966, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones, que resulten de las actualizaciones correspondientes al primer, segundo y tercer trimestres calendario del año 2021, en los términos del artículo 7° del Anexo del Decreto N° 501 del 31 de mayo de 2018, surtirán efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de 2022, inclusive”, se oficializó en la disposición firmada por el Presidente, el jefe de Gabinete Juan Manzur y el ministro de Economía Martín Guzmán.
En ese sentido, el Ejecutivo justificó la medida con el fin de “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”. Los valores de la nafta y el gasoil en surtidores se encuentran congelados desde mayo pese a un salto del precio del petróleo a nivel internacional donde pasó de u$s69 el barril a un récord de u$s84,71 el mes pasado. Sin embargo la estrategia del gobierno fue desacoplar los precios internacionales de los precios locales para evitar el impacto en la inflación. A principios de este año, YPF encabezó los tres ajustes en lo primeros meses.
Al mismo tiempo, se encuentra en stand by el proyecto de Ley de Hidrocarburos presentada por el Poder Ejecutivo donde se prevé una modificación de la Ley 23.966 de Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) para establecer el tributo como alícuotas porcentuales del precio de los combustibles líquidos y no como una actualización trimestral por inflación.