El agresor tiene 36 años y tras disparar huyó a bordo de su motocicleta. La policía lo halló en Salto Encantado, mientras que el arma fue secuestrada en su vivienda
A la vista de lo sucedido, las palabras no fueron suficientes para resolver los problemas entre dos hombres. Uno decidió que la forma de salirse con la suya en la discusión era dispararle con una escopeta a su contrincante. Todo terminó con la hospitalización de la víctima y la detención del supuesto autor, que los más probable es que enfrente graves cargos penales.
Cuando faltaba menos de una hora para que la jornada del sábado llegara a su fin, sonó el teléfono en la comisaría de 25 de Mayo. El que llamaba era el dueño de un bar ubicado en Paraje Torta Quemada, para avisar que en su negocio momentos antes alguien le había disparado a otro.
Una patrulla se dirigió al lugar indicado y al dialogar con el propietario este les indicó que el herido ya había sido trasladado por sus familiares al hospital. Relató a los uniformados que dos vecinos, uno de 36 años y otro de 27, habían discutido mientras estaban en el hall del bar, hasta que el mayor decidió retirarse pero no en son de paz. Minutos después lo vio regresar a bordo de una motocicleta, empuñar una escopeta y disparar en dirección al bar, para darse a la fuga con rumbo desconocido.
El disparo le dio al joven, quien fue socorrido y en un automóvil lo llevaron al hospital de 25 de Mayo. Ingresó consciente y con heridas en la zona baja de la espalda, producto de perdigones. Si bien su vida no estaba en riesgo resolvieron que fuera derivado al SAMIC de Oberá para una mejor atención.
Seguidamente los investigadores de la Unidad Regional XI comenzaron las averiguaciones para hallar al autor del disparo y proceder a su detención. En principio supieron que podía haberse dirigido hacia el domicilio de su madre, ubicado en la localidad de Salto Encantado.
El operativo cerrojo que montaron los efectivos de ambas comisarías permitió detener sobre la ruta nacional 14 (jurisdicción Salto Encantado) al supuesto autor, quien intentó darse infructuosamente a la fuga a bordo de su motocicleta.
Respecto a las medidas periciales de rigor, le realizaron la prueba de guantelete de parafina para confirmar que haya sido el que apretó el gatillo. Posteriormente una comisión se dirigió al domicilio del sospechoso, donde la esposa entregó una escopeta calibre 20. En un rastrillaje en las inmediaciones, prácticamente en el terreno de su vecino, encontraron un cartucho percutado del mismo calibre, el cual fue secuestrado.
El caso fue informado al juzgado de instrucción donde tras el informe policial el sospechoso será indagado por un hecho que podría caratularse como “homicidio en grado de tentativa”.