Demoraron a un vecino de 41 años con el cual habría compartido bebidas. Sucedió en el barrio 2.000 Hectáreas el miércoles y la víctima fue identificada como Gustavo Núñez (21).
Por varias horas bomberos de Puerto Iguazú tuvieron la difícil tarea de extraer un cuerpo sin vida de un pozo de agua de más de 20 metros de profundidad. El hecho sucedió el miércoles en una vivienda del barrio 2.000 Hectáreas y preventivamente demoraron al propietario, un hombre de 41 años. Testigos señalaron que el mismo estuvo compartiendo bebidas con un joven de 21 años que apareció muerto.
La escena fue comunicada a las autoridades policiales después de las 22.30 del miércoles. Efectivos de la Unidad Regional V acudieron tras el llamado al 911 por parte de bomberos voluntarios de esa localidad en el cual solicitaban presencia policial ante un eventual caso de homicidio. Aparentemente, fue el hombre de 41 años (dueño de casa) quien pidió ayuda a sus vecinos porque supuestamente un invitado se había caído al pozo de agua dentro de su propiedad.
Entre uniformados de la comisaría local y los bomberos voluntarios, encaminaron la estrategia para el rescate que debido a la altura del pozo y que a simple vista el cuerpo estaba cubierto por el caudal de agua, se demoró varias horas.
Finalmente, confirmaron que el cuerpo era de un hombre joven, identificado como Gustavo Núñez, domiciliado en la zona. Según entrevistas con lugareños, el mismo compartió bebidas durante ese día con el dueño de casa, quien fue demorado de manera preventiva. Por orden del Juzgado de Instrucción 3, el cadáver fue trasladado a Posadas para realizar la autopsia en tanto que personal de la Dirección Criminalística levantó huellas en la propiedad como parte de las pericias correspondientes a la investigación.
Fuentes consultadas por este Diario indicaron que la tarea de rescate duró varias horas hasta que una joven integrante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Puerto Iguazú, descendió hasta el fondo del pozo que en ese momento contaba con aproximadamente dos metros de agua.
La joven de 21 años utilizó las medidas de seguridad correspondientes para poder amarrar el cuerpo una vez que tomó contacto con el mismo y así subirlo a la superficie.
Una vez sorteado con éxito este procedimiento, se hicieron cargo de la situación los efectivos policiales.
Hasta tanto se confirme la causa de muerte, el magistrado que entiende en la causa dispuso que el dueño de la vivienda en la que apareció el cuerpo sea demorado. La autopsia se realizará en Posadas.