Se agudiza la aplicación de cupos y topes de compra. Se teme afectación directa en el turismo.
La petrolera YPF aplicó un aumento de entre el 9% y 11% en los combustibles a nivel país y en Misiones los precios que comenzaron a regir a partir de ayer tuvieron una disparada de entre el 14% y el 20%, según la marca, el tipo y el octanaje.
“Nosotros reclamamos una suba, no tan violenta y de golpe, queríamos una actualización como la que hubo en mayo del año pasado, que fue de una suma más gradual para que no perjudique tanto”, fue la opinión del presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, consultado al respecto por PRIMERA EDICIÓN.
“Las petroleras aplicaron una suba brusca, de improviso y sin anticipación que rondó un promedio de entre 9% y 11% para naftas y productos premium”, disparó Jalaf a la vez que explicó que “en la provincia, por una cuestión de suministro y transporte siempre es un porcentaje más caro”.
“Los precios de YPF a nivel país subieron casi un 11% las premium, pero depende de la marca, el consumidor puede ver un ajuste mayor. Todos los consumidores saben que salvo la petrolera estatal, las otras marcas que ya tienen un precio más caro, cuando se sube el porcentaje vuelven a quedar más altas que las otras”, se explayó.
La situación suma otra escalada a la crisis por los cupos que tienen las estaciones para comprar y los que a su vez aplican para vender a sus clientes nacionales y extranjeros.
A saber , el cupo de venta de combustible a extranjeros se fijó en Posadas en 15 litros por auto. Para los argentinos, algunas estaciones que no son de YPF tienen margen pero por monto a cargar. Por ejemplo en Irigoyen, donde sólo se puede comprar por 2.500 pesos.
Los residentes argentinos pueden comprar sin límite en Iguazú, Colonia Victoria, Libertad y Esperanza.
Aunque hubo trascendidos de que en el mercado ilegal de Puerto Iguazú se llega a pagar 250 pesos por litro, los estacioneros consultados afirmaron que “sería un disparate, ya que de ser así qué sentido tiene que los extranjeros vengan a pagar lo mismo que en su país”.
En estas localidades, lo que suele hacer la empresa Shell, especialmente la última semana del mes cuando baja el stock, es permitir la carga de 2.500 pesos para que, de alguna manera, alcance para todos.
Una medida similar se ve en algunas Shell de Puerto Rico, donde sólo se puede comprar por esa cantidad, y que con el aumento se llega apenas a los 20 litros de nafta. En Santa Ana y Capioví, pese a no ser centros fronterizos, también se impusieron límites en el monto de la compra.
Por su parte, Alejandro Verino, dueño de una estación de servicios de la Capital, en sintonía con su par Faruk Jalaf, remarcó que el aumento era “esperado porque desde mayo del año pasado no hubo actualización; creímos que iba a ser escalonado. Así y todo no alcanza a cubrir el déficit de los estacioneros”.