La UEFA designó al Stade de France como el nuevo escenario del partido que, originalmente, se iba a disputar en San Petersburgo.
Rusia inició la guerra con Ucrania. La decisión del presidente ruso, Vladimir Putin, con el envío de tropas nacionales y bombardeos en suelo extranjero obligó a una reconfiguración del panorama futbolístico porque la UEFA optó por el sentido común y mudará la final de la Champions League, que se iba a disputar el 28 de mayo próximo en San Petersburgo.
El escenario que iba a albergar este partido definitorio iba a ser el Estadio Krestovski, pero debido a la “grave escalada de la situación de seguridad en Europa” el máximo organismo del Viejo Continente decidió trasladar este encuentro al Stade de France, reducto con capacidad para más de 80 mil personas, ubicado en el municipio de Saint-Denis, en París, Francia.
Tras la reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo, la UEFA mostró su agradecimiento con Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, por su “apoyo personal y compromiso para que el juego más prestigioso del fútbol europeo de clubes se traslade a Francia en un momento de crisis sin precedentes” y añadió: “La UEFA apoyará plenamente los esfuerzos de múltiples partes interesadas para garantizar el rescate de los futbolistas y sus familias en Ucrania que se enfrentan al terrible sufrimiento humano, la destrucción y el desplazamiento”.
Tras ser sede de la final disputada en 2006 entre Arsenal y Barcelona, posterior campeón, Saint-Denis volvió de emergencia al mapa futbolístico y el sábado 28 de mayo desde las 17 albergará la final de la UEFA Champions League.
Por la guerra Rusia – Ucrania, UEFA tomó una decisión con el Repechaje europeo a Qatar 2022
La guerra iniciada por Rusia en Ucrania generó la negativa de las selecciones de Polonia, Suecia y República Checa a disputar el Repechaje europeo al Mundial de Qatar 2022 en territorio ruso por la extrema situación de violencia y la UEFA acompañó esta decisión que involucra a ambas partes protagonistas del conflicto bélico.
El máximo organismo europeo dictaminó que las selecciones rusas y ucranianas deberán competir en sedes neutrales hasta “nuevo aviso”. De esta forma, Rusia deberá jugar el 24 de marzo próximo ante Polonia lejos de su casa y, de ganar, se enfrentará al ganador de Suecia y República Checa. Lo mismo ocurrirá con Ucrania, que debía enfrentar a Escocia como visitante y, de resultar vencedor, disputará un pasaje al próximo Mundial contra el ganador de Gales contra Austria.
Está decisión también involucra a los clubes nacionales porque el Spartak Moscú, único equipo ruso que competirá internacionalmente en la Europa League, tampoco podrá hacer de local en su reducto por la situación que atraviesa Rusia y deberá elegir un escenario fronteras afuera para jugar.
TyC