Sentará el martes a empresarios y gremios en la apuesta de anclar expectativas y anticipa sanciones para los empresarios que no cumplan los acuerdos de precios. La CGT rechaza un nuevo acuerdo de precios y salarios.
Anclar expectativas en un escenario jaqueado por la creciente inflación y forzar un compromiso efectivo del sector empresario para contener la suba de los precios de los alimentos. Con ese doble objetivo, bastante cuesta arriba, el Gobierno convocó a reactivar desde el martes una mesa de diálogo sectorial con la participación de representantes sindicales, empresarios y de la economía popular.
La iniciativa oficial, lanzada en el marco del paquete de anuncios del presidente Alberto Fernández en lo que él mismo denominó como la «guerra» contra la inflación, comenzó a activarse en parte en contactos informales durante el fin de semana y buscará tomar forma desde mañana con el llamado formal a la ronda de encuentros.
Sin anticipar los detalles de la estrategia, desde la Casa Rosada deslizaron que la apuesta central de la convocatoria se concentra en la necesidad de contener la aceleración de la inflación de las últimas semanas y garantizar para ello un compromiso más firme del sector empresario para no repetir la experiencia del año pasado con el fracasado acuerdo de precios y salarios.
En buena medida la advertencia que formuló ayer el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, apuntó a ese propósito. El Gobierno va a «actuar con el peso de la ley» sobre los sectores que en las últimas semanas implementaron remarcaciones y que van a exigir a los empresarios «que retrotraigan los precios que no tienen justificación», aseguró el funcionario en declaraciones radiales.
Y añadió: «Vamos a trabajar cadena por cadena. Vamos a comparar la estructura de costos con los datos que informen los empresarios y conformar una mesa de trabajo. Somos un gobierno de diálogo, pero si vemos que del otro lado no encontramos una respuesta adecuada, y hay excusas o prácticas especulativas, vamos a actuar con el peso de la ley». En ese sentido, Kulfas remarcó la posibilidad de recurrir a «Ley de Abastecimiento, la Ley de Defensa a la Competencia y otros mecanismos para cuidar a los consumidores».
También desde la conducción de la CGT reclamaron que la nueva convocatoria al diálogo lanzada por el Gobierno se enfoque en la contención de precios. «No queremos otro acuerdo de precios y salarios, eso está gastado en la Argentina», anticipó Antonio Caló, el titular de la UOM y referente cegetista, al subrayar el planteo que la central obrera llevará a la discusión con el Gobierno y los empresarios.
Caló, en declaraciones a Radio Rivadavia, remarcó que el eje de las conversaciones tiene que centrarse en los precios y advirtió que «si algún empresario no cumple lo que acuerda habrá que sancionarlo». «Los trabajadores siempre vamos detrás de los precios, nunca le podemos ganar. De una vez por todas tenemos que tratar de corregir esto, no puede ser que (los empresarios) pongan los precios que quieran», apuntó.
En sintonía, Pablo Moyano, de Camioneros, pidió que «ojala que los anuncios sean el inicio para poder frenar este flagelo de la inflación», y evaluó que «hay un crecimiento en la actividad económica» pero que «no alcanza» sin un control de los precios «sobre todo en los productos de la canasta familiar. «El movimiento obrero va a aportar todo lo necesario que se pueda superar este momento tan sensible para los trabajadores. Vamos a estar ahí acompañando al Presidente», indicó el hijo de Hugo Moyano al tiempo que en la CGT aguardan conocer «en profundidad» las medidas que prepara el Ejecutivo en su estrategia antiinflacionaria.
Fuente, El cronista