Sucedió el domingo en un cotejo de la Liga Regional Obereña de Fútbol. “Fue lamentable porque había muchas familias, mujeres y niños”, opinó Lisandro Padilla, presidente del Exa 185.
Las imágenes son contundentes y estremecedoras: un policía corre hacia un lateral del campo de juego con su arma reglamentaria en la mano derecha y a dos metros del alambrado perimetral que lo separa de los hinchas efectúa dos disparos al aire.
Lo que sigue son gritos y corridas de mujeres y niños, familias que asistieron a un espectáculo deportivo y quedaron en medio de un tumulto y la respuesta intimidatoria del uniformado.
La secuencia quedó grabada en varios videos capturados por los mismos espectadores, material que luego se viralizó por redes sociales.
El hecho se registró el último domingo en el estadio del polideportivo municipal de la localidad de 25 de Mayo, donde el local San Martín, de 25 de Mayo, recibió la visita de Ex Alumnos 185, de Oberá, por la cuarta fecha el torneo Apertura de primera división de la Liga Regional Obereña de Fútbol.
Dicho incidente se produjo en el entretiempo, con los equipos en los vestuarios y el empate parcial 1 a 1. Tras el suceso el cotejo fue suspendido por el árbitro principal.
Según precisaron desde la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle, con jurisdicción en 25 de Mayo, el policía que efectuó los disparos fue identificado como el oficial ayudante Víctor F., con prestación de servicio en la comisaría local.
“Se inició un sumario administrativo, el efectivo fue separado de sus funciones y entregó su arma reglamentaria. Además se dio curso a una causa judicial y podría ser imputado por abuso de arma, posterior al descargo que realice. La gravedad del caso reside en que usó un arma con poder letal, como es la pistola 9 milímetros. Diferente hubiera sido si manipulaba una escopeta con balas de goma, por ejemplo”, citó un vocero de la UR XI.
“Fue impactante”
El citado oficial y dos subalternos estaban a cargo de la custodia de la terna arbitral dentro del rectángulo de juego y no había uniformados en las tribunas, donde se produjo un enfrentamiento entre integrantes de ambas parcialidades.
Según el protocolo, al constatar la gravedad del incidente los efectivos deberían haber solicitado refuerzos para contener el tumulto. Pero en vez de ello, el oficial optó por efectuar no uno, sino dos disparos al aire para tratar de disuadir a los hinchas en conflicto.
Lisandro Padilla, presidente de Ex Alumnos 185, fue testigo de los incidentes y cuestionó el accionar del policía, lo que derivó en una denuncia.
“Muy entristecido por la situación. Es un llamado de atención para todos porque debemos empezar a rever los valores que estamos transmitiendo en el fútbol. También es imprescindible empezar a implementar las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de desmanes”, subrayó.
Según su visión, los inconvenientes entre ambas hinchadas recrudecieron tras el empate parcial del conjunto obereño, sobre el final de la primera etapa.
Al respecto, mencionó que “empezó una corrida, fui a ver qué pasaba y recibí agravios y golpes de puño. También fui víctima de la violencia. Al igual que el presidente de 25 de Mayo que sufrió un golpe en la cabeza”.
En este punto hizo referencia al accionar del oficial ayudante ahora en disponibilidad.
“Lo más grave para mí fue el accionar de la Policía. No eran más de tres o cuatro personas golpeándose, pero fue un policía y sacó un arma y disparó al aire. Fue muy impactante. Fue la primera vez que vi una cosa así. Fue lamentable porque había muchas familias, mujeres y niños”, subrayó Padilla.
Sin garantías
Aún conmocionado por la situación vivida el domingo, el presidente del Exa calificó como un exceso el accionar del uniformado, al tiempo que insistió en el riesgo que implicó para las familias que presenciaban el espectáculo, sean de la hinchada que fueran.
“No tengo conocimiento en seguridad, pero creo que la situación era controlable de otra forma. Pero se desmadró peor. Nosotros pregonamos el espectáculo para la familia y esto que pasó nos genera un profundo rechazo”, remarcó.
A consecuencia de los incidentes varias personas resultaron lesionadas, tanto de la parcialidad local como visitante. Incluso, el presidente del Club San Martín, Julio Pfaffenzeller, resultó con un corte en la cabeza.
Luego del hecho, los hinchas obereños tuvieron que esperar una hora y cuarenta minutos para abandonar el estadio ya que “no teníamos garantías para nuestra seguridad”, aseguró Padilla.
En tanto, cuestionó que el predio de 25 de Mayo tiene una sola salida que deben compartir el público local y visitante.
“La seguridad es un tema muy sensible, pero esto no puede volver a pasar. Hay clubes que son reincidentes en estas cuestiones y la Liga tiene que tomar cartas en el asunto”, subrayó.
Si bien no supo precisar cómo se iniciaron los incidentes, el titular de Ex Alumnos 185 opinó que “sea cuál sea el motivo, es repudiable”.
“Radicamos la denuncia a fin de dejar constancia de lo sucedido en 25 de Mayo. En estas condiciones, sin garantías, no se puede disputar ningún partido”, agregó.
Con relación a los lesiones, al menos cinco hinchas del club obereño fueron atendidos con cortes y excoriaciones de diversa consideración, lo que quedó asentado en la correspondiente denuncia.
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