Desde el sector indican que cayó la rentabilidad por la pérdida de demanda en comparación con el aumento en los costos y el atraso en el valor de las tarifas.
En noviembre de 2020, el transporte de media y larga distancia comenzó el regreso postpandemia de forma paulatina. Desde entonces se fueron sumando frecuencias y uniendo comunas. Sin embargo, un año y medio después de la reactivación, aún no se encuentran operativos al 100 por ciento los servicios.
Esta disminución en la circulación del transporte de pasajeros no responde ya exclusivamente a la pandemia, sino que es consecuencia de otros factores que hoy afectan en gran medida a las empresas. La falta de combustibles es la principal razón, aunque también se le suma la incertidumbre sobre la rentabilidad, la demanda moderada y la inflación que repercute en los precios de todos los insumos.
El costo para sacar un colectivo a las rutas muchas veces no se condice con lo que se recupera en pasaje, por lo que muchos empresarios prefieren sostener menos servicios para evitar trabajar a pérdida. A esto se suma el grave panorama del faltante de gasoil, que amenaza con dejar incluso más líneas fuera de funcionamiento, de acuerdo a lo que indicaron los emprendedores consultados.
En tanto, desde el sector de larga distancia sostienen que durante el verano se avanzó en una recuperación de la demanda y se logró conectar 1.600 destinos en todo el país. Sin embargo, los números de la actividad aún están un 31% por debajo de la prepandemia, según datos de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi). A partir de ahora, el objetivo es sostener el caudal de usuarios y recobrar el número de frecuencias, sobre todo, hacia Paraguay y Brasil, que volvieron hace unos meses (más información en página 5).
Faltantes de gasoil
El transportista Sergio Prox manifestó que la situación es realmente complicada. La falta de lugares donde cargar combustible ponen en jaque la continuidad de algunos servicios, según explicó.
“Vamos rebuscándonos de donde podemos, viendo si podemos seguir así. La verdad es que si continúa esto, no se si vamos a poder cumplir con todos los servicios. Es muy limitado lo que se consigue, no se puede prever lo que va a pasar y a quienes consultamos nos indican que probablemente esto siga empeorando”, resaltó.
En ese sentido, adujo que la incertidumbre es lo que más condiciona el escenario, por la falta de previsibilidad sobre todo. “Por el momento no paramos con ningún servicio, pero no sabemos si vamos a poder sostenerlo. No vemos buenas perspectivas”, dijo.
Por su parte, el empresario de transporte Carlos Martignoni aseveró que el hecho de que los valores del combustible estén por debajo de los internacionales provoca este desabastecimiento que preocupa al sector transportista.
“No hay problemas en que los hermanos paraguayos y brasileños vengan a comprar, pero la realidad es que eso causa una gran falta a los transportes locales”, expresó.
A eso se suma el sistema de cupo por provincia que impide que se pueda abastecer en la medida que los vehículos necesitan. “Tenemos complicaciones porque vas a la estación y hay cola, y si no, es porque ya no hay combustible. Antes se cargaba a granel, pero ahora es más caro”, apuntó.
Menos servicios
Tras el regreso pospandemia, las empresas no lograron aún retomar todas las frecuencias y servicios. Carlos Martignoni afirmó que esta semana se reactivará el último servicio Posadas-Iguazú y que aún resta activar un servicio más a San Pedro que permanece inactivo.
“Nosotros ya estamos casi al 100%, pero hay empresarios que no pueden volver todavía porque no es segura la rentabilidad”, dijo.
Explicó: “Cuando sacas un colectivo a la ruta no sabes si va a tener demanda o no, y además de que el pasaje está atrasado en relación al combustible, hay otros valores que no fueron tenidos en cuenta en las tarifas, como neumáticos y repuestos, que subieron mucho más que la inflación”.
“Hay que tener en cuenta que se debe tener el servicio como el Estado te exige, y entonces se genera la incertidumbre generalizada de saber si se va a trabajar bien o a pérdida”, apuntó y aclaró que en el trayecto que hacen sus choferes, “los que viajan suelen ser trabajadores, y los cortes de ruta también influyen, cuando se sabe que hay corte la gente no quiere viajar”.
En el caso de Expreso Prox, muy utilizado en la zona del Alto Uruguay, se encuentran trabajando en el orden del 70 por ciento de lo que lo hacían antes.
“De los 18 servicios que tenemos, hoy están activos unos 13. Hay demanda en nuestra zona, pero es complejo sacar un colectivo a la ruta porque no sólo depende del combustible, sino también de otros insumos como los neumáticos, repuestos electrónicos, entre otros”, adujo.
Al mismo tiempo, ratificó que “ahora con el faltante, se ve aun más complicado, y en lugar de sumar servicios vemos que si sigue así, tendremos que reducir”.
Si bien la empresa Prox produce biocombustible a partir de aceites usados, no resulta suficiente para responder a la necesidad de los micros.
Fuente, El Territorio.