Si bien el imputado optó por no declarar, se leyó el relato que hizo durante la instrucción del caso. Ayer declararon siete testigos, entre ellos una de las hijas de la mujer asesinada en 2019.
“Estoy muy preocupado y quiero encontrarla lo antes posible”, cita el título de una entrevista a Pablo Lotario Puzín (56) publicada en este matutino el 12 de mayo de 2019, en aquel entonces, en medio de la desesperada búsqueda que toda la comunidad de Colonia Oasis, Jardín América, de su esposa, Estela Arapayú (49), quien llevaba casi una semana desaparecida.
Nadie imaginaba hasta ese entonces que el cuerpo de Estela llevaba días sepultado dentro de un viejo pozo en su propiedad y que el propio Puzín confesaría días más tarde haberlo cavado tras asesinar a la mujer de tres golpes con un martillo tipo masa que guardaba en un depósito de la propiedad.
A casi tres años del conmocionante hecho que movilizó a toda la comunidad de Oasis, cerca de las 8 de la mañana de ayer, Puzín llegó escoltado por efectivos del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) al edificio del Tribunal Penal Dos de Posadas para ser juzgado por homicidio triplemente agravado.
Representado por su abogada, Teresita Inés Belloni, siguió atentamente cada instancia de la jornada. Pero al momento de ser consultado por si quería declarar en el juicio, optó por guardar silencio, momento en que se dio paso a la lectura por secretaría de la declaración que dio en indagatoria ante el juez Roberto Sena, titular del Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América que llevó adelante la pesquisa.
Según consta en la declaración hecha el 17 de mayo de 2019 en sede judicial, Puzín contó que el lunes 6 de mayo de ese año su esposa salió temprano para pedir un turno en el hospital local porque debía tratarse de un grano que tenía en el cuello. Dijo que al ir a buscarla a la siesta no la encontró, por lo que debió recorrer distintos sitios hasta que se reunió con ella al regresar al nosocomio jardinense.
Reconoció que sospechaba que su pareja mantenía una relación con otro hombre y que le insistió para revisar su celular, lo que fue rechazado rotundamente por la mujer.
Sobre la noche previa al homicidio contó que su pareja se fue a dormir temprano luego de mirar la novela y que al intentar abrazarla en la cama ella se negó.
“La agarré de la mano y me dormí, pero noté que ella estaba despierta, era de madrugada y ella me sacó la mano. Le pregunto si salía con Cholfo y ella me dice ‘yo no soy digna de tu amor’. A mí me agarró una amargura por dentro”, consta en una parte de la declaración leída por el secretario del tribunal.
Pero al hablar concretamente del ataque, comentó que no recuerda cómo se dio y que “cuando me despierto la veo ensangrentada a mi lado. Me arrepentí mil veces pero ya era tarde. Lo que hice era grave y no me lo podía perdonar. Pero pensé en mi hijo y decidí ocultarlo. Como yo conocía toda la casa la puse en un pozo. Como quedó ensangrentada la cama y la camisa tiré todo menos la evidencia del colchón. Esa noche le pedí sabiduría al señor y me dormí con la decisión de que ni bien llegaba el comisario al otro día confesaba todo”.
Al finalizar la lectura de la declaración de Puzín, previo al inicio de las testimoniales, fue su defensora quien pidió la palabra al juez César Yaya, presidente del Tribunal, para plantear un pedido de nulidad de las actuaciones realizadas en el expediente, desde la foja 5 en adelante, por considerar que se violaron las garantías constitucionales de su defendido.
En este punto hizo hincapié en las distintas detenciones que tuvo su cliente durante el proceso. Y que en sede policial y sin su abogado presente confesó los hechos sin tener la responsabilidad de declarar en contra de él mismo.
ambién sostuvo que todos los elementos que se incorporaron al caso -lugar donde se encontró el cuerpo y el presunto elemento utilizado para la comisión del hecho- fueron aportados por declaraciones de Puzín y por ello pidió invalidar todas las actuaciones realizadas en el caso.
Ante esto, el representante del Ministerio Público Fiscal, Antonio Glinka, consideró atemporal el planteo y remarcó que no se violaron los derechos del imputado.
Comentó además que el encartado jamás fue obligado a nada y que las preguntas hechas en ese momento por su abogado defensor representaron una estrategia defensiva.
Testimonios contundentes
El primero en declarar durante la primera jornada fue el licenciado en Criminalística y Criminología de la Unidad Regional IX, Ricardo Escobar Gailucci, quien describió los dos informes que elevó para el juzgado instructor durante su intervención en el lugar del hecho.
Comentó que el día del hallazgo del cuerpo se hicieron dos movimientos de suelo en dos puntos distintos de la chacra de Puzín en donde en uno de ellos se dio con el cadáver.
Ante la consulta del fiscal el profesional explicó el procedimiento habitual de logística que se realiza para extraer el cuerpo ante este tipo de hechos y en donde intervino personal de Bomberos Voluntarios de Jardín América.
scobar Gailucci respondió ante la consulta de la abogada Belloni que el procedimiento se hizo en presencia del juez Roberto Sena y que la decisión de remover un determinado sector del terreno corresponde al análisis que se hace del lugar con el fin de la búsqueda. Afirmó que siguió órdenes de autoridades policiales que estaban en el lugar y que eran fiscalizadas por el juez.
Luego le llegó el turno de atestiguar al médico forense Carlos Ledesma, quien dio detalles del informe de autopsia y la contundencia de los golpes que recibió la mujer.
Por pedido del fiscal ejemplificó con su cabeza los lugares en donde se detectaron los golpes en Arapayú. Expuso que el traumatismo encefálico grave que presentaba la mujer produjo un edema y un sangrado evidente a causa de los golpes.
Destacó que los golpes no pudieron ser autoinfligidos por la zona donde se detectaron los traumatismos y aclaró que no estaba embarazada, especulación que surgió a partir de una sospecha que tenía la víctima ante un retraso de dos meses y que antes del hecho le confesó a sus cercanos.
También descartó una supuesta caída que pudo haber tenido Arapayú dentro de su casa.
Manchas de sangre
Otro de los profesionales que intervino en la vivienda de la pareja fue el Licenciado en Criminalística de la División Policía Científica de la Unidad Regional IX, Ezequiel Gómez, quien detalló la actuación que hizo de forma conjunta con un bioquímico en la búsqueda de manchas de sangre en la morada.
Recodó que al ingresar a la habitación de la pareja, detectaron una mancha en la cabecera del lado derecho de la cama y que unos instantes después de aplicar el reactivo luminol advirtieron una mancha en la oscuridad.
Agregó que saliendo del dormitorio, en un pasillo cercano, había una cartera tipo bandolera que pertenecía a la víctima y que a simple vista tenía manchas rojizas.
Tras aplicar nuevamente el reactivo tomaron las muestras correspondientes y se dirigieron a otros sectores de la casa. Comentó que en otra de las habitaciones de la morada, en donde había varios estantes con distintas herramientas, llegaron hasta una caja metálica en donde detectaron otra huella.
Aunque señaló que en ese momento no estaban seguros de si esas manchas eran de sangre, aceite o grasa.
También declaró Jimena Gutiérrez Brower, Licenciada en Genética. La profesional describió el procedimiento para la extracción de rastros de ADN en los distintos elementos secuestrados en la vivienda de la pareja y su posterior ampliación mediante estudios genéticos.
Por su parte, para que de detalles de las distintas entrevistas en Cámara Gesell que se hicieron con dos hijos adolescentes de la Arapayú y que conviven en ese entonces con la pareja, fue citada la psicóloga Luciana Gillij.
En ese sentido explicó que la chica, de 14 años en ese entonces, describió al acusado como una persona celosa y controladora, que en varias oportunidades había amenazado con quitarse la vida.
También hizo mención a que en varias oportunidades hubo gritos entre la pareja y que Puzín era una persona malhumorada. Ante la consulta del fiscal sobre si los adolescentes tenían miedo de ser agredidos por su padre, la psicóloga dijo que en ningún momento los menores expresaron esa sensación.
Por otro lado, ayer el fiscal desestimó la comparecencia del licenciado en Criminalística Juan Marcelo Camus y de un médico psiquiátrico que estaba citado pero que está fuera del país en estos momentos.
El debate continuará hoy desde las 8.30 con la declaración de más testigos.
Fuente, El Territorio.