Fabiana es una voluntaria de Puerto Esperanza que donó a un paciente de Buenos Aires y años después acompañó a su esposo con leucemia mieloidea aguda
“Esperanza de vida” fue el lema que se utilizó en una campaña de donación de sangre que se realizó en una escuela de Puerto Esperanza. La jornada tuvo lugar en el 2013 y fue cuando la docente Fabiana Wachnitz (53), quien trabaja en el lugar, comenzó el camino para convertirse en la primera donante de médula ósea de Misiones. Tras brindar su información en el banco de datos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), la convocaron dos años después avisándole que un paciente de Buenos Aires requería de su ayuda. A esto se suma que, a tres años de donar, su esposo fue diagnosticado con leucemia mieloidea aguda y también requirió de una donación.
Fabiana es de Eldorado, aunque vive y trabaja en Puerto Esperanza. Su familia está compuesta por su marido e hijos que estudiaron en el extranjero. De ellos, “dos se recibieron y una continúa estudiando”, contó y recordó el apoyo que recibió de su entorno durante todo el proceso de la donación, que calificó como sencillo. Optó por participar tras la campaña mencionada, “en esa situación, como yo iba a donar sangre, se me preguntó si también quería ser donante de médula. Yo desconocía el procedimiento, me explicaron y acepté”, relató.
En el 2015, Incucai se comunicó con ella consultándole si seguía estando de acuerdo y luego le hicieron una serie de estudios para ver si había compatibilidad con el paciente. Resultó con el 100% de compatibilidad, e inmediatamente le explicaron los procedimientos. “Me dijeron que había dos maneras. Yo acepté hacerlo por medio de aféresis, que es una donación de sangre que tarda un poco más, entre tres y cinco horas, depende del peso del receptor de la donación”, explicó. Una vez en claro esto, le pagaron los pasajes y fue acompañada por su marido hasta el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, “porque en ese momento, acá todavía no se hacía la donación”, rememoró.
Su experiencia
La docente manifestó que no se debe temer del procedimiento, ya que “el de aféresis no requiere de internación, es como una donación de sangre, sólo que tarda un poco más”, aunque le aplicaron algunas inyecciones previas. “En este momento eran diez, creo que ahora son menos porque eso fue avanzando. Eso es más que nada para que las células madre empiecen a circular por el torrente sanguíneo en el momento de la extracción”, detalló. Agregó que durante el proceso “me recibieron muy bien, estuve acostada mirando televisión, se puede comer, se puede tomar”. También dijo que si se opta por la segunda forma de donar “sí se requiere de internación”. Ya al día siguiente “yo volví a la provincia y me fui a trabajar, no necesité de un tiempo de descanso. Estaba perfectamente bien, así que podía salir a trabajar, tampoco sentí ninguna diferencia por esa extracción”, expresó.
Asimismo, destacó el acompañamiento que obtuvo del médico Richard Malán en la provincia y hasta que ella efectuó el viaje a Buenos Aires. Malán es el actual director del Registro Nacional de Células Progenitoras Hematopoyéticas del Incucai. “Él me acompañó antes de ir porque primero se deben realizar estudios para ver si se está sano, pero en un día se resuelve todo eso. Para mí era toda una novedad porque realmente era la primera donante de médula ósea aquí y no sabía a quién preguntarle, así que conté con ese sostén”, agradeció.
El receptor
Fabiana contó que el receptor fue una persona de Buenos Aires, pero no tuvo la oportunidad de conocer al paciente, aunque en otros casos sí se puede dar la posibilidad. “Se puede llegar a conocer al receptor si este así lo desea. Si en algún momento la otra persona te quiere conocer, es Incucai el que hace el traspaso de información, si no, uno no sabe a quién dona, sólo se sabe de qué lugar es”, explicó. “Tampoco te dicen si la persona siguió viviendo o cómo siguió”, manifestó. Señaló que se puede donar en más de una oportunidad, “en mi caso no hizo falta, pero hay veces en que al donante se lo convoca de nuevo para el mismo paciente”.
En el lugar del paciente
La vida da muchas vueltas y se caracteriza por sus paradojas. Eso es lo que cree Fabiana, quien recordó que también tuvo que apoyar a un miembro de su familia, justamente, por necesitar una donación de médula ósea. “Lo paradójico o no sé cómo decirlo es que en el 2018, a Gabriel, mi marido, también le detectaron una leucemia mieloidea aguda que requirió de un trasplante de médula ósea”, lamentó, pero eso no la desalentó en su idea de donar. Todo lo contrario: “Uno nunca sabe lo que le puede pasar el día de mañana, por eso es tan importante el tema de las donaciones”, aseveró. En este caso, su pareja logró recibir la donación de parte de un hermano, que resultó compatible, “pero no siempre se da esa compatibilidad. Es muy difícil, es como encontrar una aguja en un pajar”.
El hombre recibió la donación en el Hospital Austral de Pilar, Buenos Aires. “Él está bien, cada tanto tiene que hacerse los controles que se requieren”, aseguró Fabiana, por lo cual ella considera que experimentó la situación desde los dos lados: el de la donación y el del tratamiento para el paciente.
Resaltó el acompañamiento que siempre tuvo de sus familiares directos, pero “a los que por ahí les costó comprender fue a mis padres. No les cayó bien la noticia porque no estaban al tanto de cómo era el procedimiento, porque todo el mundo tiene la idea de que le van a cortar un pedazo; y no es así, es solamente una extracción de sangre”, insistió, para culminar.
Registro Nacional de Donantes
Las personas que sufren de enfermedades graves como leucemias, síndromes mielodisplásicos, aplasia de médula o anemia de fanconi tienen la esperanza de superarlas a través del trasplante de médula ósea. Consiste en suplantarla por células sanas que son capaces de reproducirse por cuenta propia y transformarse en las diferentes clases de células que el organismo requiere. Por eso es tan relevante ser voluntario, dado que esta acción puede salvar vidas.
La entidad encargada de recolectar los datos de los interesados en donar es el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas y la provincia es una de las siete donde se efectúan trasplantes asociados.
Dicha entidad surgió por normativa en el 2000 y funciona dentro del Incucai.
Se comunica con todas las provincias y el extranjero desde donde está habilitada a recibir o enviar donaciones.
Fuente, El Territorio.