“Seguridad, Paz y Justicia”, consignas que se replicaron anoche durante una multitudinaria marcha que recorrió el centro de la ciudad de Oberá, tras lo cual vecinos y comerciantes autoconvocados dieron a conocer una proclama en reclamo de acciones concretas para combatir la inseguridad.
Participaron referentes de los sectores comerciales, empresarios, profesionales de diferentes rubros y religiosos, entre ellos el obispo de la Diócesis de Oberá, monseñor Damián Bitar.
Ante la repercusión del evento también se hizo presente el jefe de la Policía de Misiones, comisario general Carlos Miguel Merlo, quien tomó contacto con los vecinos y se interiorizó de sus reclamos.
El homicidio de Gómez fue uno de los disparadores de la convocatoria, al tiempo que se enumeraron varios hechos de inseguridad posteriores, como el asalto a un comerciante que al momento del hecho estaba al cuidado de su bebé.
“Lo que le pasó a Gladis nos pudo haber pasado a cualquiera. Mi hijo concurre a la Escuela Técnica y lo tengo que llevar y buscar por la cantidad de robos que hay en la zona. No podemos seguir mirando para otro lado, nos tenemos que involucrar y pedir mayor seguridad”, subrayó Gladis Genesini.
Jorge Krohn, quien años atrás padeció un violento robo, hizo hincapié en que “la gente está entendiendo que tiene que participar para cambiar las cosas. Necesitamos que la Policía haga más prevención, pero también que la Justicia vaya a fondo con las causas”.
Proclama popular
Tras la marcha, la comerciante Adriana Kosnicki leyó la proclama consensuada entre los autoconvocados.
“Los comerciantes de la ciudad de Oberá nos vemos afligidos ante los hechos delictivos que nos vienen aquejando hace rato. La muerte de una colega nos hizo ver que estamos solos, sin amparo, y ante una situación que va empeorando con el tiempo”, remarcó.
Asimismo, citó dos recientes hechos de inseguridad en perjuicio de comercios del centro, a metros de la Seccional Primera.
En otro punto leyó un petitorio a las autoridades que incluye mayor circulación de la Policía por las calles de la ciudad, “sin celulares en las manos, prestando atención al contexto y atentos a lo que sucede”, precisó.
También pidieron la instalación de cámaras de seguridad monitoreadas por personal idóneo, al tiempo que subrayaron que “las leyes se cumplan y sean más rígidas. No puede un delincuente tener más derecho que un ciudadano que trabaja, y que paga sus impuestos”.
La proclama hizo referencia al flagelo de las drogas y las adicciones: “Nuestra juventud se está perdiendo en un camino sin retorno, es nuestra obligación hacer algo al respecto, y hacerlo hoy, mañana puede ser muy tarde ya”.
Los autoconvocados remarcaron la necesidad de mejorar el equipamiento de las comisarías y la capacitación del personal policial.
En tanto, avanzaron en cuestiones que dependen el municipio, como dotar de mayor iluminación a la ciudad, ya que “hay áreas muy oscuras, que sumado al poco control policial ayuda a que proliferen hechos delictivos en esas zonas”.
“Es por esto que pedimos y necesitamos se cumplan nuestros derechos constitucionales, nuestro derecho a la vida, nuestro derecho a la integridad física, nuestro derecho de peticionar a la autoridades, y sobre todo y el más importante, nuestro derecho a la libertad”, remarcaron.
El disparador fatal para los reclamos
La noche del pasado 2 de marzo, Gladis Beatriz Gómez fue asaltada en su comercio de calle Piedrabuena, casi Colombia, en el barrio Loma Porá de Oberá.
Si bien no se resistió, tal como contó antes de entrar en shock, uno de los motochorros le disparó un tiro en la cabeza. Por el hecho fueron imputados dos hombres, ambos con antecedentes.
Tras el deceso de Gómez -que agonizó once días en el Hospital Samic- la causa fue recaratulada como homicidio calificado y robo. El expediente está a cargo del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá y, al menos por el momento, ambos implicados se abstuvieron de declarar.
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