Fue imputado por homicidio crimis causae, abuso y privación ilegitima de la libertad. Los familiares hicieron vigilia afuera, le gritaron asesino y después vieron al juez
Jonathan Nazareno Ferreira (33), el único sospechoso por asesinar a Bruno Méndez (25) y violar a la novia de éste, de 18 años, fue trasladado ayer al Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, donde fue imputado por los hechos y completó la audiencia indagatoria.
Se presumía que iba a guardar silencio, pero lejos de eso Polaquito decidió dar su versión de los hechos y desarrolló su coartada, que causó más indignación sobre su persona. A grandes rasgos, confesó el crimen, pero señaló que solo se defendió y que tuvo relaciones consentidas con la joven.
Afuera lo esperaban los familiares de la víctima, quienes con remeras y pancartas le gritaron “asesino” muy de cerca. Más allá de eso, no hubo ataques al patrullero y el procedimiento policial del traslado terminó sin inconvenientes.
Según detallaron fuentes del caso, Ferreira expresó que esa noche del lunes había estado en la casa de Méndez tomando bebidas alcohólicas y consumiendo cocaína hasta que en determinado momento él y la joven se fueron a su casa porque querían más privacidad
Llevaron al niño, que quedó durmiendo en una de las habitaciones y allí, siempre según su testimonio, siguieron consumiendo.
Detalló que cerca de las cuatro o cinco de la madrugada, cuando estaba teniendo sexo con la muchacha, llegó Méndez con un cuchillo en mano y lo atacó enajenado por los celos.
Entonces tomó un cuchillo que había en el lugar y se defendió, causándole la muerte al joven. “Me defendí y me fui de mambo”, trascendió que fueron sus palabras.
Sobre las intenciones de cavar una fosa y ocultar el cuerpo, Polaquito expresó que procedió con complicidad de la denunciante.
Sin embargo, aclaró que cuando ella vio la sangre y el cuerpo, se desesperó, por lo que salió corriendo hacia afuera a pedir ayuda, momento en el cual fue rescatada por un vecino.
El juez Martín Brites lo imputó por los delitos “homicidio criminis causa y abuso sexual con acceso carnal y privación ilegitima de la libertad”, aunque esta figura puede cambiar con el correr de la investigación.
El imputado tiene un defensor oficial luego de que al menos un abogado privado rechazara defenderlo.
El acusado estuvo desde las 10.30 y salió cerca de las 14.30, luego de declarar por aproximadamente una hora. Sus palabras deberán ser constatadas o descartadas con los elementos de prueba que reúna la instrucción.
Mientras todo esto ocurría, los familiares de Méndez hacían vigilia afuera. En un primer momento tenían como objetivo congregarse frente a la comisaría Primera para esperar el traslado de Ferreira a sede judicial. No obstante, el detenido fue movilizado más temprano a lo previsto, por lo que se congregaron directamente allí.
Cerca de las 9.30 se acercó el jefe de la Comisaría Segunda, Rodolfo Lovera, para dialogar con ellos. Allí pudieron plantear una serie de inquietudes y reclamos, sobre todo por la libertad del acusado al momento del crimen, en razón de sus múltiples antecedentes y denuncias.
Lovera explicó a los familiares algunos pormenores, se comprometió a solicitar una audiencia con el juez Brites y luego se retiró. Minutos más tarde regresó y comunicó a los familiares que el magistrado los atendería al mediodía.
Efectivamente cerca de las 12 el padre de la víctima, junto a uno de sus sobrinos, fue recibido por el juez de la causa. Según dijeron, el magistrado explicó que aún están en la etapa investigativa y que se encuentran reuniendo las pruebas. Allí plantearon una supuesta modificación de la escena -dijeron que la familia de Polaquito entró a la casa-, algo que el juez dijo desconocer.
Más tarde el implicado salió y pudieron descargar con gritos su bronca. También dejaron en claro que van a luchar hasta obtener justicia.
“Fue aberrante lo que vivió mi hermana”
Uno de los elementos centrales de la investigación es la declaración de la joven de 18 años, quien era pareja de Méndez y denunció haber sido violada en reiteradas ocasiones por el acusado.
La joven estuvo estos días contenida por un gabinete interdisciplinario de la Policía de Misiones que deberá elaborar un informe para establecer si está en condiciones de declarar sin que esto la afecte.
Al respecto, no se descarta que brinde su testimonio en Cámara Gesell.
De todas formas, las autoridades judiciales firmaron los oficios para que de ahora en más la atienden los profesionales de la Secretaría General de Acceso a la Justicia del Poder Judicial.
En los últimos días hubo muchos rumores respecto a su estado e incluso se manifestó que intentó quitarse la vida.
Ayer, cuando trascendió que el imputado la ubicó en su versión como un cómplice, se comunicó con El Territorio su hermana, quien en un breve diálogo detalló cómo se siente.
“Mi hermana necesita apoyo psicológico y la verdad es que somos de bajos recursos. Fue muy aberrante lo que vivió y eso la afectó emocionalmente”, expresó la mujer.
Fuente y foto, El Territorio.
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