El joven padre misionero que fue acusado en Brasil de matar a su propia hija de tan solo cuatro meses recuperó la libertad durante la tarde de ayer por orden de la Justicia del vecino país luego de establecerse que no existió muerte violenta. Mucho menos signos de abuso sexual como se informó desde la Policía de Brasil.
Acompañado de un abogado brasileño, quien lo representó en aquel país durante el proceso en su contra, el joven abandonó el edificio del Presidio de Sao José do Cedro donde permanecía alojado desde hace varios días.
Entre lágrimas, y durante una breve entrevista con el Portal Tri Noticias de Brasil, el muchacho agradeció el trato que le dieron durante su tiempo tras las rejas , aunque no ocultó su dolor por el calvario que vivió desde el momento de la muerte de su pequeña.
La liberación del misionero fue posible luego de conocerse los resultados de la autopsia hecha al cuerpo de la beba. En el informe médico forense se concluyó que «no hubo violencia física, dada la ausencia de lesiones de interés médico legal, aunque, por la naturaleza del examen, la posibilidad de la práctica de algún otro acto lascivo cuya prueba sólo será posible por otros medios de prueba y pruebas de laboratorio”.
Además, el examen pericial acreditó la existencia de lesiones en la piel compatibles con rozaduras del pañal.
“Por lo tanto, para el esclarecimiento completo de los hechos y el descubrimiento de la causa de muerte del bebé, se solicitaron otras pruebas, que aún no han concluido”, se agregó en un comunicado que emitió el miércoles la Policía Militar de Brasil.
Según reconstruyó este medio, hace una semana los padres y la abuela materna se trasladaron junto a la beba desde Pozo Azul, a una farmacia en Dionísio Cerqueira, Brasil, para comprar medicamentos para el cuadro respiratorio grave que presentaba la chiquita.
Luego, ante el evidente deterioro se dirigieron al hospital de Dionísio Cerqueira, donde según los profesionales informaron que la pequeña falleció de neumonía grave o meningitis. Pero en un momento una enfermera refirió lo del supuesto abuso, lo que derivó en el llamado a la Policía y posterior detención del misionero.
Fuente, El Territorio.