Tienen 20 y 22 años y se escondían en el barrio Luis Piedrabuena. Se los acusa de matar a Cristian Díaz en el barrio Yohasá, este domingo.
Con la detención de dos jóvenes y el secuestro de un automóvil, avanzó ayer la investigación por el esclarecimiento del crimen que el pasado domingo a la madrugada se cobró la vida de Cristian Javier Díaz (31).
La primera información recabada por los investigadores fue el testimonio de la concubina, quien relató haber escuchado que alguien golpeaba la mano en el local que su marido tenía en el frente de la vivienda.
Luego oyó disparos y sucedió la muerte. Los registros de las cámaras de seguridad del 911 que hay en las avenidas cercanas a la chacra 94 del barrio Yohasá permitieron detectar el movimiento de un Fiat Duna blanco con dos ocupantes en los minutos posteriores a la concreción del crimen.
La labor del personal de la Dirección Homicidios permitió determinar que el vehículo estaba en el garage de una vivienda del barrio Luis Piedrabuena. De manera encubierta los policías realizaron averiguaciones en la zona y pudieron acceder a datos de relevancia, una conversación.
Ambos se refirieron muy nerviosos acerca del caso de homicidio ocurrido horas antes. Hablaban con tonada brasileña y luego esta nacionalidad terminó de confirmarse.
Todo apunta a que fue un crimen por encargo ejecutados por sicarios que además de acribillarlo lo remataron de un disparo en la cabeza.
La vivienda donde se alojaban fue vista como un “aguantadero” donde el dúo preparó sus movimientos antes del homicidio.
Finalmente, ayer los policías encubiertos observaron que los sospechosos salían del domicilio y abordaban un remís. Los siguieron y los interceptaron en la esquina de Quaranta y Santa Catalina donde los aprehendieron.
Posteriormente, con una orden de allanamiento y con apoyo de personal de la División Infantería, en la casa donde se alojaban incautaron el Fiat Duna y celulares que serán peritados.
Los detenidos tienen 20 y 22 años y quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción 7,a cargo del magistrado Miguel Mattos.
primera edción