Apenas 15 minutos antes de que Carolina Ramírez se dirija hacia el Centro Cívico de Oberá para asistir de la convocatoria pactada para visibilizar la desaparición de su hijo, Josías Ezequiel Galeano (15), una comisión policial se acercó a su casa y le informó que un supuesto vecino declaró que un rato antes había visto al menor deambulando por el barrio vestido con la misma campera que tenía cuando fue visto por última vez, el pasado 30 de abril.
Fue la enésima versión echada a rodar en los últimos 26 días sobre el presunto paradero del chico. Otra pista falsa que en un instante colmó de expectativas a los padres, pero enseguida se esfumó, sembrando más interrogantes.
Pero esta vez, además, la progenitora avizoró una maniobra de la Policía para distraerla y así evitar que concurra a la movilización de la víspera. La desconfianza de Ramírez después tuvo asidero en que entrada la noche no hubo ningún indicio sobre el paradero del menor.
“Les tengo que contar que 15 minutos antes de venir para acá, la Policía fue a mi casa y me dijeron que me tenía que quedar porque un testigo dijo que a la tarde le vio a Josías caminando por el barrio. Que tenía la misma campera con la que desapareció y que estaba yendo a mi casa. Hicieron eso para que yo no participe de esta convocatoria. La prueba es que Josías no apareció. Es una vergüenza cómo juegan con mi dolor”, lamentó la progenitora.
Ayer la policía intensificó la búsqueda del chico en distintas localidades.
La movilización de la víspera se concretó en el Centro Cívico con una sentada y reparto de volantes.
“Que la desaparición de Josías no sea otro caso Bárbaro ni otro Golemba. Queremos que la justicia actué como todo el peso de la ley. No acusamos a nadie, pero hay indicios de responsabilidad policial y no entendemos por qué la fiscal todavía no pidió que separen a la Policía de la investigación, como pidieron los organismos que están comprometidos”, expresó la vecina Rosa Páez, una de las organizadoras de la juntada de ayer.
Búsqueda desesperada
También participó Cristian Galeano, padre de Josías, quien es policía y viene buscando a su hijo en conjunto con sus camaradas en diferentes operativos y también solo, cada vez que surge un dato que así lo requiera.
Se mostró abatido y en constante llanto, al tiempo que subrayó que “ya buscamos por todos lados, no dejamos un centímetro de Oberá sin rastrillar y también por localidades vecinas. Dicen de lo ven y vamos a corroborar, pero llegamos y no hay nada. No sé si la gente inventa o qué pasa, pero mi hijo no aparece. Tampoco tiene recursos para mantenerse oculto tanto tiempo. Estamos desesperados”.
El martes, por ejemplo, la búsqueda se centró en la localidad de Campo Viera, donde una vecina declaró que vio y hasta habló con el menor, quien supuestamente le dijo que extrañaba a su mamá y que quería volver a la casa, pero cuando la dueña de casa le propuso avisar a la Policía, el chico le manifestó que tenía miedo y se escapó.
“La señora de Campo Viera nos dijo que él extrañaba a su mamá y a sus dos hermanos. La verdad no sé qué pensar a esta altura. Lo único que quiero es encontrar a mi hijo. Josías tiene 15 años, no tiene medios para moverse por todos lados tan rápido, como dicen”, indicó.
Y agregó: “Para mí es imposible lo que dijo esta señora, que ande solo entre monte y monte, sabiendo todos los peligros que hay, sin comer, con frío. Es muy raro. Aparte no entiendo por qué se va estar escondiendo de su propia madre que lo está buscando desesperadamente”.
“Esconden algo”
Ramírez insistió con la necesidad de apartar a la Policía de la investigación ya que existen suspicacias sobre la presunta participación de la fuerza en la desaparición de su hijo.
En tal sentido, consideró: “No soy abogada, pero opino que tendría que haber un sumario administrativo para los policías que un día antes de la desaparición de mi hijo recorrieron el barrio preguntando por él. Pero no, siguen trabajando”.
“Es mi punto de vista y lo reafirmo, lo amedrentaron, lo amenazaron o le hicieron algo. Pasaron 25 días y la Policía no tiene una pista concreta, es muy raro. Se lo está buscando con drones, con caballos, con perros, todos están en esta búsqueda. Un chico de 15 años no puede ser más ágil que la Policía toda”, remarcó.
Las dudas de Ramírez se basan en que en varias ocasiones su hijo le manifestó que los policías lo golpeaban cada vez que lo encontraban por la calle o en actitud que consideraban sospechosa. Incluso aseguró que en una ocasión tuvo que llevarlo al Hospital por los golpes que tenía.
A los pocos días de la desaparición surgió otro indicio: una fotografía policial difundida por la UR II en el marco de la búsqueda, en la que se observa al menor parado frente a una patrulla con las luces encendidas.
Josías aparece con un ojo morado y lleva puesta la misma campera roja que tenía al momento de su desaparición, según describió la mamá en la denuncia original.
La foto fue tomada en la esquina de Gobernador Barreyro y Erasmie, pleno centro de Oberá. Se trata de un sector repleto de cámaras de seguridad, incluido un domo monitoreado por la UR II, aunque hasta el momento no existen precisiones sobre en qué fecha se tomó la imagen.
“Me dicen que no se sabe de cuándo es la foto. No me van a decir que la Policía todavía no pudo determinar de cuándo es la foto. No tiene sentido. Esconden algo”.
Ayer la madre de Josías anticipó que mañana volverán a congregarse, desde las 19, en el Centro Cívico.
Fuente, El Territorio.
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