En una final para el infarto, el conjunto cordobés se llevó el título de la temporada 2021/22
tras derrotar a Quimsa como visitante por 85 a 84 a falta de 2 segundos. Martín Cuello se llevó el premio al MVP de Las Finales.
El Estadio Ciudad tenía entradas agotadas como en cada una de las 5 Finales de La Liga Nacional
que, sin lugar a dudas, tuvieron un cierre de temporada de película.
Y fue Instituto, en un partido agónico, definido con dos tiros libre a falta de dos segundos, quien
se bañó de gloria, quedándose con el título de campeón de “La Liga 2021/22”, que además
significa obtener por primera vez en su historia el título de la máxima categoría de nuestro
básquet.. Quimsa, el mejor de la fase regular, se lleva un subcampeonato notable, en una de las
mejores finales de la historia probablemente.
A pesar de haber estado +19 en el primer cuarto y cuando en ese entonces muchos imaginaban
una noche tranquila en Córdoba, Instituto y Quimsa volvieron a brindar un emocionante
espectáculo, que terminó siendo victoria para la Gloria por 96-91, en tiempo suplementario y
aguantando la reacción de una Fusión que a partir del segundo periodo equiparó tanto el partido
como el marcador.
Con jerarquía individual pero también juego en equipo sobresaliente, los cordobeses impusieron
condiciones para festejar en un estadio Ciudad verdaderamente colmado. Acompañado de un sólido rendimiento colectivo, el MVP del juego definitorio fue Martín Cuello, autor de 21 puntos y
6 rebotes, y encargado de convertir los dos tiros libres del campeonato.
Como era de esperarse, en el primer cuarto primó la paridad, con intensa lucha interior y tan sólo
algunos destellos del perímetro con dos bombas por bando, de Cosolito para Quimsa y Cuello
(terminó con 11 ese periodo) por parte de la Gloria. Fue 25-23 para el local, en un segmento de
ritmo y goleo elevado que comenzaba a prometer un estupendo juego.
En el segundo comenzaron a rotar, continuó el poder de anotación y aumentó la fricción. Aunque
esta vez por rachas, se mantuvo un trámite parejo que culminó 47-46 para la Fusión. Mientras que
la dupla Cuello-Romano comandaba la ofensiva cordobesa, y el dúo Brussino-Anderson dominaba
el ataque santiagueño, fue Thomas quien enloqueció al público local con un triple en los segundos
finales para irse 1 punto arriba al entretiempo.
El segundo tiempo inició con un Whelan intratable (7 puntos en los 2 primeros minutos) y Quimsa
conservando su buen despliegue en la pintura. Instituto apretó en defensa, mejoró en campo
contrario y esta vez fue Loku quien convirtió de tres puntos prácticamente sobre la bocina para
decretar el 71-64 en el tablero al finalizar el tercer período.
Ya no habría un mañana, todo se definiría en los diez minutos restantes. Aunque Instituto
estableció la máxima de 9 unidades con conversión a distancia de Copello, Quimsa arremetió
empujado por sus fanáticos. Terry puso al frente a la Fusión desde la línea de libres a 4.8 segundos
del final, y tiempo muerto mediante Cuello penetró recibiendo la falta. Sus dos lanzamientos
perforaron la red y decretaron el 85-84, otorgándole la victoria y el título a los cordobeses.
Bases de calidad como Whelan y Copello fueron ideales en la conducción. El perímetro compuesto
por la eficiencia de Cuello, la experiencia de Luciano González, la creación de Chiarini y las
apariciones de Elías se erigió como pilar fundamental. Mientras que el poderío interno propiciado
por Romano, Gallizzi, Fierro y Vicens, se constituyó como valor diferencial para coronarse en un
certamen tan parejo como atractivo.
Luego de festejar en el Súper 8 y sortear numerosos obstáculos para conseguir el 3° puesto en la
fase regular, los dirigidos por Lucas Victoriano demostraron todas sus virtudes y se convirtieron en
los mejores de estos playoffs. Finalmente y por primera vez en su historia, Instituto de Córdoba
gritó campeón de la Liga Nacional.
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